PERIODISTA MEDIOCRE | KOOKMIN

14 Camino libre.

Pov Jimin.

El camino al cumpleaños de Peter fue divertido, Jungkook no dejaba de contarme anécdotas de cuando fue a Corea, me dolía el estomago de tanto reír, ni siquiera me dí cuenta que habíamos llegado a la casa hasta que Jeon aparcó el auto. — Pensé que seríamos los únicos invitados.— Comenté dándome cuenta que habían varios autos aparcados y un enorme inflable en el patio de la casa.

— Solo han venido algunos donadores y personas de la iglesia que está a la vuelta de la esquina.— Salió del auto abriéndome la puerta como ya se había hecho costumbre.

—Bien, entremos.—Señalé colgandome de su brazo, acción que no le disgustó pues me sujetó con firmeza.

Al entrar vimos que todos los niños estaban en diversos juegos, al ver a JungKook corrieron hacia él, así que me soltó para abrazarlos a todos, en especial a Peter, lo cargo dándole vueltas, el estaba vestido de iron Man. Yo miraba desde cerca, saludando a los niños que estaban por ahí, pero no ví a Eva.
JungKook lo llevó hasta el auto y ahí le dió dos cajas envueltas. Peter parecía no querer soltarse de Jungkook.
Él lo notó y se excusó con la mirada, pues pareció que quería ir hacia mí, en un gesto con la mano le dije que iría a saludar.
Él asintió y yo entré a la casa.

La mayoría ahí eran mujeres que estaban riendo a carcajadas, los hombres cocinaban y bebían cerveza, pero no estaban ebrios.
Inmediatamente di un paso dentro las señoras callaron, mirándome atentas.— ¿Qué tal, querido?.— Dijo una peli roja de sonrisa perfecta.—¿Cómo te llamas?.

—Park Jimin.—Dije inclinando mi cabeza con cortesía.— Vengo con Jungkook, un gusto.

— ¡¿Con Jungkook?!.—Preguntó otra mujer que estaba atenta a nuestra conversación.—¿Es tu amigo?

— Ah...—Pensé en qué decir exactamente pero alguien me interrumpió.

— Es su novio.— Escuché que decía una voz ya conocida atrás de mí. Era Mía.
Las mujeres presentes parecieron perder el interés así que me volteé para saludar a Mía, llevaba un vestido de flores que dejaba ver un pequeño escote, se veía linda.— ¿Cierto?

— Sí... —Dije fingiendo seguridad.— ¿Qué tal has estado, Mía?

— No muy bien, esto de tenerte aquí.... No me acostumbro todavía.— Señaló con franqueza, me invitó a seguirla a un lugar más privado, dudé pero lo hice.

—¿Así que no te agrado, eh?.— Le dije, estábamos en el patio trasero era grande pero estaba desarreglado.

—No.—Dijo ella mirando hacia el cielo, soltó un suspiro y procedió.— No me malentiendas... Es solo que aún me es bastante difícil tenerte aquí, junto a Kook.

Traté de no enfadarme por el apodo y hablé.— ¿Te molesta que esté con Jungkook?

Me miró en silencio un rato, después negó con la cabeza y habló.—  No realmente.... Verás, yo he estado enamorada de Jungkook desde que lo conocí... Hace bastantes años. En el principio decidí guardármelo para mí, me dije a mi misma que me bastaba con estar cerca de él pero poco tiempo después comprendí que no era así. Así que fui clara con él, le dije todo... JungKook me dijo que solo me veía como una amiga, nada más. No quería lastimarme, le pedí que hiciera caso omiso, que volveríamos a hacer amigos como si nada hubiera ocurrido y así fue pero... Un día yo llegué ebria a su departamento, él estaba igual de ebrio que yo.... Tuvimos sexo,  eso fue hace ya bastante tiempo. —Me miró tratando de descifrar lo que yo opinaba de eso.— Al siguiente día él obviamente se arrepintió de todo, no me importó porque yo seguía amándolo, pero decidí hacerme a un lado.

Yo sabía que tenía el ceño fruncido, JungKook jamás me había hablado de esto, me pregunté si realmente lo conocía.
Sabía que de esto ya tenía un tiempo pero me sentía molesto por no saberlo, supuse que el sintió lo mismo al conocer sobre mi ex prometido.