15 Reconciliación.

1.2K 110 19
                                    


— Mí Jiminie.— Gruñó ronco en mi oído y me besó adentrando su lengua a mi boca, compartimos el sabor de mi sangre. Seguía penetrándome pero bajando la intensidad.— Eso es príncipe, sé un buen chico y agradece que dejé que te corrieras.— Ordenó, yo seguía llorando de placer.

— G-Gracias...— Dije en un susurro y volvió a besarme.

— ¿Puedes soltarme?.— Le pedí mirándolo a los ojos, estaba tan cerca de mí que podía sentir su respiración contra la mía. Él estiró su brazo izquierdo buscando algo en el escritorio, habíamos tirado varias cosas ya, aproveché para mirar si Lorenzo seguía en la puerta pero ya estaba cerrada. De pronto sentí como mis manos eran liberadas, así que las coloqué detrás del cuello de Jeon aún unidas.

— Sujétate.— Me pidió y así lo hice, me cargó hasta un sillón de cuero que dejándome sobre sus piernas. Empezó a desamarrar los nudos de la cuerda sobre mi pierna izquierda y luego siguió con la derecha, me habían quedado marcas. — ¿Te duele?.— Preguntó alzando mi barbilla con su diestra. Su rostro lucía serio.

— No mucho.— Lo miré sonriendo y me acerqué a abrazarlo, recostando mi cabeza en su hombro, ante sus ojos probablemente parecía un gatito en busca de mimos. Pero no me importaba porque realmente me gustaba estar entre sus brazos.

Jeon dejó un beso en mi hombro y acarició mi espalda con una delicadeza infinita.— Deberíamos bajar...— Susurró en mi oído sin muchas ganas de hacerlo.

— Quedémonos así un poco más.— Pedí pero noté que se estaba riendo.—¿Qué?.

— Eres tan tierno, aún después de que te amarré.—  Su sonrisa era descarada, ¿por qué tenía que verse tan sexy?.

— ¡Ya!.— Golpeé su pecho juguetonamente.— Mejor desata mis manos

— Esta bien, esta bien.— Repitió riendo, las desató pero acto seguido ingresó un dedo a mi entrada.

— ¿Q-Qué estás haciendo?.— Mi cuerpo se paralizó, solo bastaban unos toques de su parte para que me excitara por completo.

— Nada.— Dijo en forma inocente.— Solo estoy limpiándote, parece que te dejé todo mi semen adentro.— Su voz se volvió ronca y mi corazón se aceleró.— Sería interesarte ver cuánto más  puedes soportar.— Sacó sus dedos manchados de semen.— Pero ahora no hay tiempo.— Cortó, después me limpió con papel higiénico, mientras yo me vestía él terminaba de limpiarse.

Una vez que ambos estuvimos listos tuvimos que ordenar la habitación, solo que recogimos y limpiamos algunas cosas, aunque parecía que ni a Jungkook ni a mí nos preocupaba mucho que alguien se diera cuenta de lo que hicimos ahí.

Me tomó de la mano y bajamos las escaleras, la fiesta parecía continuar con normalidad. 

Pero me dió miedo encontrarme con Lorenzo, ¿Cómo podría verlo a los ojos otra vez?, después de lo que nos vió haciendo... No hay manera.

— ¿Príncipe?.— Preguntó Jungkook, ese nuevo apodo me gustaba casi tanto como él, lo miré confundido y él me sonrió.— Te decía que nos vayamos a despedir y luego podemos ir a casa...— Al decir eso ultimo se acercó con esa sonrisa picara que ya había memorizado.

— Bien.— Nos despedimos de todos, los niños que a pesar de que la noche había caído seguían jugando con la misma emoción, Mía y Eva que estaban cantando y algunas otras personas. Pero no vimos a Lorenzo para nuestra fortuna, mientras caminábamos hacia el auto en una agradable platica vimos a aquel alto rubio.

Lorenzo estaba recargado en un elegante Lamborghini Aventador Roadster blanco que a pesar de ser un auto relativamente viejo seguía manteniendo su encanto , de inmediato llamó mi atención, desviando mis ojos al auto.— Que belleza...— Solté sin pensar.

PERIODISTA MEDIOCRE | KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora