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Si me preguntaran que es lo más doloroso que he hecho, que he escrito y después leído, puedo decir que la cita que puse en la tumba de mi madre, dolía cada consonante, cada vocal, dolía mucho aceptar a la fuerza que ella ya no estaba aquí

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Si me preguntaran que es lo más doloroso que he hecho, que he escrito y después leído, puedo decir que la cita que puse en la tumba de mi madre, dolía cada consonante, cada vocal, dolía mucho aceptar a la fuerza que ella ya no estaba aquí. Me negaba a esto, me niego a que sea real.

Pero mis ojos lo están viendo, viendo esa tumba y esas palabras hechas por mi, me estremecía el hecho de que, esto fuera tan real y a la vez tan irreal, mi mente se bloquea al leer esas malditas palabras.

Min Shinhye, profesora, amiga y madre, te llevaremos en nuestro corazones, la valentía de tu alma y la fuerza de tu amor a tu profesión y a tus alumnos, son el motor que siempre tendremos presente cada que tu sonrisa se atraviese en nuestros pensamientos.

Los sollozos, gimoteos, barullos golpeaban con fuerza mi cabeza, como si se tratara de un martillo golpeando con detenimiento, recordándome tortuosamente el hecho de que mamá llevaba más de mes y medio pidiendo que viniera.

Ahora ella está debajo de esta lápida, su sonrisa está oculta debajo de estos metros bajo tierra, su dulce voz ya no será la cual me motive, su preciosa personalidad ya no va a iluminar la casa fría y oscura que deje atrás. Ya no escucharé sus consejos, ya no seguiré tomando su mano.

Miró a Molly y esta sobre la lápida, sus orejitas están caídas, le dejé que se despidiera de mamá, cuando nos dejaron ver su cuerpo en el ataúd abierto, allí Molly vio a mamá.

En un principio movió su colita en signo de que estaba emocionado por oler a mamá, pero al pasar los segundos, dejo de mover su colita, sus orejitas se vinieron abajo y empezó a emitir chillidos. La gente de su escuela se acercaron a mi, llorando, o con expresiones tristes, diciéndome que lamentaban que mamá se fuera.

No pude soportarlo, tuve que esconderme detrás de una columna tomando a Molly mordiendo mis mejillas internas, para no llorar. Porque si lloró, no voy a poder detenerme.

Quería tirarme al suelo y llorar, gritarle al mundo, reprocharle a la vida por no dejarme venir tan siquiera a verla por última vez.

Pero no servia de nada que echara gritos al aire, no servia llorar, mamá... Ella estaba lejos de mi, y mi llanto, mi tristeza no la hará regresar. Mi debilidad, mi vulnerabilidad estaba sobrepasando mis límites.

Estaba por tirarme de rodillas, abrazar a Molly y pedirle a quien sea que me escuche, que me devuelva a mi mamá, alguien me dio una palmada en mi hombro.

No sé quien era, parecía un chico de veinte o más, estaba con la cabeza gacha, con su hermana de dieciséis años, o algo así, ella tenía raspones en su rostro, y sus ojos estaban hinchados.

—Tu mamá, ella me ayudó mucho, sé que no te acuerdas de mi, pero tu mamá me ayudó cuando yo no tenía dinero para mis libros, y ella —señaló a su hermana quien ponía una rosa más a la tumba de mi madre, mientras pequeñas lágrimas brotaban de sus ojos—. Es mi hermana, tu mamá la salvó, la profesora Min, me volvió a salvar, lamento tanto esto, lamento que la maestra Min ya no esté.

New Hope ↔ Min Yoongi [MO#3]✔️ ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora