New Hope ↔ Min Yoongi [MO#3]✔️ ✔️

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Yoongi.

Cuándo miró las manos de SunHee mecerse de adelante a atrás mientras vamos caminando, me parece tierno. Quiero entrelazar nuestros dedos, pero me da vergüenza.

Varias veces nuestras manos se rozan, lo cual me hace mirar a otro lado. Aunque mientras más doy pasos algo ásperos sobre las calles de Daegu, acrecenta mi necesidad de querer tomar su mano.

Hasta que sutilmente siento como SunHee acerca su meñique a mi mano, la miro de reojo y veo que tiene una sonrisa de lado, mis dedos se abren para hacerle espacio a sus dedos y ella al ver ese gesto, toma con más confianza mi mano, haciendo que mi espalda sienta una corriente eléctrica y reconfortante.

Trato de mirarla y sonreirle, pero SunHee tiene gacha la mirada, su rostro está sonriente. Y peina su cabello algo acongojada.

Qué interesante reacción, pero ¿qué quiere decir?

Divisó todos los lugares que están en la avenida principal, hasta que llegamos a mi puesto favorito de brochetas de cordero, no solo eso, vamos a jugar baloncesto con sus vecinos.

Sé que una cita se tiene que pedir, pero no sé como hacerlo, sin embargo, yo imaginó que esta es una cita.

Espero ya salir de la imaginación y poder pedírselo.

—¿Cuánto a que termino antes mi brocheta que tú? —dice ella levantando sus comisuras.

—Te doy las clases de manejo que tanto chillas, en mi camioneta, pero ¿Cuánto a que no?

Ella se pone a pensar y sus mejillas se enrojecen por un momento. Cosa que me hace levantar mis cejas con sorpresa.

—¡Eres una pervertida! —Exclamó y ella abre sus ojos con mucho impacto, trata de tapar mi boca, pero estiro mi cuello y sigo hablando con una sonrisa algo burlona al verla cada vez, más roja de la vergüenza—. ¿Qué piensas puerca? Yo sé qué deseas mis huesos, y mi pálida piel, pero soy una persona altamente cristiana, y si me quieres echar al plato, cásate conmigo, sino, no, pecadora, lujuriosa no entraras al cielo si sigues así.

SunHee me mete una pequeña patada en la espinilla y hace que me agache del dolor, en ese instante, aprovecha para tapar mi boca y acercarse mucho a mi.

—No Yoongi, pensé... Pensé otra cosa, tch —chasquea la lengua y hace un puchero inconsciente—. Eres un chico exagerado, si no termino mi brocheta antes que tú, te regalo lo colección ilimitada de kunamon que tanto pides.

—¡Uy! Metes a Kunamon y yo me vuelvo más competitivo que los jugadores rusos de las olimpiadas —explico arremangando las mangas de mi sudadera, SunHee también me imita mientras suelta una risita.

Así es como ambos comenzamos a comer con rapidez nuestra respectiva brocheta, se siente como una verdaderas competencia, comemos tan energéticos, mientras nos miramos.