New Hope ↔ Min Yoongi [MO#3]✔️ ✔️

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—¿Sabias que eres muy codiciado entre el público? —le pregunto a Yoongi mientras está en su silla, aplastando su cuerpo mientras hace sus composiciones.

Pasarla con el, no es tan aburrido como el dice, suelo molestarlo, o viene Hoseok de vez en cuando, para rectificar que no esté golpeando a Yoongi.

Unos tres días han pasado desde que llegamos a Seul, Yoongi me compró un libro y muchos chocolates, dice que tenía que hacer su trabajo y aunque he salido a dar vueltas por la gran Seul, no quiere que me aburra.

No me he perdido... Al menos no tantas veces, las dos veces que me perdí, le llamé a Yoongi y este me mandaba un testamento de que, tenía que ver bien las direcciones y esas cosas.

Las dos veces que me perdí, las llamadas con Yoongi eran así:

—Hola Yoongito bonito, ¿te he dicho que tus ojos son sensuales?

—Si estas de nuevo en la cárcel yo mismo firmo para que te encierren un mes.

—Eres cruel, pero justo, ¿qué pasaría si tome el bus que no va al centro y ahora no sé dónde estoy?

—SunHee, te dije que dejaras de papar moscas, ¿te caíste de chiquita? ¿Tienes la mollera sumida? ¿Como es posible que no te des cuenta? Joder...

Y así se la pasaba como diez minutos regañandome, mientras yo me esperaba de pie, por lo mientras, mandaba mi dirección a su chat, mirando hacia todas las direcciones, esperando que un bus me dejara en la casa de Yoongi, pero eso era imposible.

—¿Tú sabes que te quiero mucho?

—Todos me aman, y esto es una lección de vida, no iré por ti, arreglatelas sola, muñeca.

Al principio me asusté, después pensé en cómo llegar sin perderme más, y al final resulta que mejor fui a comer unos buenos tteokbokki y unos chocolates. Cuando menos me di cuenta, Yoongi estaba sentado a mi lado, mirándome con confusión, la confundida era yo.

—¿Como me encontraste?

—Me mandaste tu ubicación en tiempo real, pedazo de tumor, ¡te pierdes y lo primero que haces es comer! ¿Que demonios?

—Prioridades —contesto con una sonrisa mientras me aviento hacia el y le doy un abrazo—. ¡Viniste por mi, no eres un ogro sin sentimientos!