Cap 4

9 0 0
                                    

-¿Como entraste? Se supone que hay guardias en todas partes mas que nada cerca de aquí. Como es que sabias?- El sonrió y fue su sonrisa el que delato quien era, no podía creer que el estuviera aquí, después de tanto tiempo el estaba. Esteban estaba Vivo. – Es fácil para alguien que siempre trata de buscar algo que quiere. - ¿Por qué ahora volvía?.

-no tengo idea de porque estas acá pero no te tiene que ver nadie...por favor- el se acerco a mi y olio mi cuello. Estaba mucho mas alto que la ultima vez que lo vi, su cabello ya no era largo, ese momento me di cuenta que ya no era el mimo.-No sabia que tomabas, y que tenes novio..- Cuanto me percate porque dijo eso me tape el cuello, no podía ni mirarlo, es mas creo que no quería mirarlo, ya no era el mismo

.-Ignorando eso, volví por vos, me han contado de como lidiaste con tus problemas y mas que nada para llegar a donde estas, creo que deberíamos aliarnos y de esta manera derrocar al rey. Estas adentro?. Va a ser divertido- dijo el mirándome, lo sentía, sentía que me sonreía pero yo no podía hacer lo mismo porque a fin de cuentas el no era el mismo. Podría aceptarlo para ver hasta donde llego con el...y para mas que nada olvidar a el rey. Acepte a su petición y de muy extraña manera se despidió de mi besándome la mejilla y tirándose por la ventana.

El plan hasta ahora era el siguiente, el me mandaría cada semana una carta donde reconocería estar enamorado de mi y yo debía corresponder a ese sentimiento respondiéndole la carta, una vez cada mes vendría a mi habitación para que yo le comente las novedades

Los meses pasaron y a medida que eso pasaba, Santius y Berkel tenían peleas un poco grabes y voy a aceptar que mis sentimientos por el chico tatuado iban cambiando, sus cartas de amor ya eran verdaderas y las mías me era casi nervioso hacerlas ya que generaba una ternura y un cariño enorme.

Un día una figura enorme me detuvo en el pasillo hasta mi habitación y me tomo de el cuello apretándolo fuertemente , no le pude ver el rostro ya que lo llevaba completamente tapado por una manta negra, tan fuerte iba apretando que poco a poco mi respiración se fue cortando dejándome inconsciente. Al levantarme, me dolía mucho la garganta pero me tranquilizo el fuerte aroma a café. No estaba en mi habitación y lo que más me sorprendió es que estaba desnuda, ¿Qué había pasado?, lo único que recordaba era la sensación de estar muriendo hasta que volé.

-Oh, miren quien se levantó. ¿Me vas a dar las gracias o no me vas a hablar?- OBVIAMENTE era el, ¿Quién si no?, ya su voz me había hecho enojar.

-¿Vos también? ¿Qué te preocupa? DIOS- Dije intentando sentarme. El no paraba de mirar, de algún medo tan solo sentir que estaba me hacía enfadar.

-podría haber dejado que te mate ¿no?, la verdad...- Lo mire, ¿Qué estaba insinuando? ¿Qué no podía defenderme? ¿Qué lo necesitaba?

-no necesitaba su ayuda, mi señor. Puedo hacerlo sola- dije mirarlo fastidiada .Cuando, nuevamente me di cuenta que estaba desnuda y agarre una camisa que justo estaba a mi lado, me la puse sin parar de mirarlo.

-¿Sola? Aparentemente, últimamente no estas tan sola al contrario pareces estar muy acompañada ...- Allí fue cuando explote, me acerque a él. Vale decir que la camisa me tapaba todo porque el tiene el doble de tamaño que yo.

-mira, son mis temas. Vos estas interesado en otras cosas, no voy a esperarte hasta que termine la "víspera del amor "para que vuelvas a mi-

El me sonrió con lujuria, le gustaba verme así enojada, me agarro de la mano sin dejar de mirarme y me tiro para acercarme a sus labios y cuando se rozaban, pregunto.

-¿ya te olvidaste de lo que sentís?¿o me evitas porque seguís sintiendo algo?-

Sus labios no querían que los besara, pero los tenia allí, sabía que no debía pero lo hizo y EL CORRESPONDIO. Cuando me aparte lo me molesta

-yo debería estar enojado, no vos. Si a vos te encanto-

Me sonroje y evite su mirada, nuestras manos seguían juntas y ese era el calor más tierno que sentí en ese momento. Extrañaba eso, el contacto de sus labios, de su piel, lo extrañaba a él. Bueno a esta parte de él que tan solo ella podía verla.

-No quiero verte más, no quiero hablar tiernamente con vos. Prefiero evitarte antes de sentir algo que me hace bien pero que no puede ser correspondido ,además como ya sabes estoy con alguien-

Me miro un tanto sorprendido acariciándome la mano, suspiro sonriendo y cuando volvió su mirada...Fue como la primera vez, antes de empezar todo, extrañaba mucho eso, el hecho que me mirara directamente con dulzura. Me senté delante de él y este me abrazo.

-Vamos a ver cuánto duras- dijo y luego, finalmente me beso.

Ese beso me hizo pensar ¿Qué soy para el? Yo necesitaba una etiqueta y la palabra "amiga" no me quedaba, o yo no lo sentía así.

¿Podría dejar de hablarle, de mirarle, de quererle?  ¿podría esta vez estar bien con Esteban? ¿podría estar bien? No lo se, pero si quería olvidar ese sentimiento tenia que hacerlo.

Mismo Sentimiento distinta intensidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora