LEVEL 6

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Mina:

A la mañana siguiente al torneo desperté sintiéndome en extremo agotada, sentía escalofríos y el mundo me daba vueltas.

"Tienes fiebre" dijo mi madre quitándome el termómetro de la boca. "Tal vez fue el frío que hizo anoche."

Desde pequeña había sido una niña que se enfermaba constantemente, al parecer tengo un par de complicaciones en mi sistema inmune que me hace increíblemente susceptible a cualquier enfermedad y que hace que incluso un resfriado común agote todas mis energías.

"Iré por medicinas" dijo mi madre. "Nayeon se encargará de cuidarte."

Nayeon entró a mi habitación en el instante en que la puerta de la casa se cerraba. Ambas nos quedamos calladas, el silencio solamente era interrumpido por mi tos o por mis jadeos cuando quería tomar aire; el ambiente dentro de la habitación se sentía tenso.

"Estás molesta" dijo por fin mi hermana.

"¿Por tener que volver a casa sola en la noche?" señalé. "Qué va, amo que me dejen plantada."

"Lo siento, Mina, debí de ser mas consciente de la cantidad de alcohol que tomé."

"Da igual" dije dándome la vuelta en la cama.

Sentí como Nayeon se acostaba a mi lado.

"Dime que ganaste" dijo mientras me abrazaba.

Agarré con fuerza la cobija, no quería volver a recordar el estúpido torneo.

"No, no gané" dije de forma cortante.

"No hablas en serio" dijo mi hermana. "Pero... tú eres la mayor adicta a los videojuegos que he visto."

"¡Eso no fue suficiente!" grité lo más fuerte que pude.

Incluso con las palabras de Heartkiller me sentía frustrada por no haber podido dar todo de mí, por alguna razón me exigía demasiado incluso en algo que se debía considerar un simple pasatiempo. Quería demostrarme que era buena en algo, aún cuando solo fuera en los videojuegos.

"No importa cuánto me esfuerce, siempre habrá alguien mejor que yo" dije a punto de romperme en sollozos.

Nayeon se acercó más a mí y me envolvió en un abrazo fuerte.

"Te voy a contagiar."

"¿Crees que eso me importa, Mina?" dijo Nayeon. "No porque estes enferma significa que no voy a abrazarte cuando te veo mal."

No estaba acostumbrada a las muestras de afecto por parte de mi hermana, nuestra interacción casi siempre consistía en peleas e insultos.

"Entiendo que te sientas frustrada" prosiguió mi hermana. "Pero el haber perdido en un torneo no te hace una inútil o una buena para nada."

"Quería ganar ese torneo" lloriqueé.

"Lo sé, hermana" dijo mi hermana en tono tranquilo. "¿A qué ronda llegaste?"

"A la final."

"¡A la final!" repitió Nayeon sorprendida. "¡En tu primer torneo!"

"Pero perdí otra vez ante ese estúpido chico."

"¿Chico?"

Le conté a Nayeon sobre los récords rotos y las cartas de amenaza que conllevaron al enfrentamiento en el torneo de Super Smash.

"Déjame ver si entendí" dijo Nayeon. "¿Estás diciéndome que en estas últimas semanas hubo un chico que estuvo rompiendo tus récords en diferentes maquinitas en el arcade y eso te molestó al grado de escribirle una amenaza en el pizarrón de anuncios, y no solo eso, sino que llegaste a la ronda final pasando por la mejor amiga de este chico solo para tener un enfrentamiento contra él y demostrarle tu superioridad?"

Gamer Love (Gold Edition)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora