Agustín

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Un par de días después de que ambos revelaran su relación, ambos estaban acostados. Ya ni miraban la tele, por miedo a que los periodistas estuvieran criticándolos no solo a ellos, sinó también a sus amigos.

De pronto, sonó el celular de Riquelme: era su hijo, Agustín.

—¿Qué quiere? —se preguntó Pablo, adormilado.

—Hola, Agus —le dijo su padre.

Era videollamada.

—Ho... hola, pa —dijo Agustín, levemente nervioso.

—Agus, me despertaste —se quejó Aimar.

—Uy, perdón, papi —se disculpó el chico.

—Boeh, como sea. ¿Qué pasa, mijo? —le preguntó Pablo.

Agustín Riquelme Aimar se quedó callado, evidentemente nervioso. Estaba tratando de buscar la manera y las palabras para decírselo a sus padres; sabía que ellos lo iban a aceptar, pero...

—Te... tengo pareja —dijo, luego de unos minutos.

Román y Pablo se miraron sorprendidos. El mayor dijo, con suavidad:

—¿Quién es, Agus?

—... Mi mejor amigo... —susurró Agustín.

—¿Eh? —sus padres creyeron haber escuchado mal: acaso... ¿su hijo estaba con Ryduan Palermo? No, no podía ser... ¿O sí?

—Es mi mejor amigo —repitió Agustín.

—No... no es con Rydu, ¿o sí? —preguntó Pablo, para sacarse la duda.

Agus se quedó callado, evitando las miradas de los mayores. Román fulminó con la mirada a su pareja: le había hecho creer a su pequeño que no lo iban a aceptar.

—Agus, si estás con Ryduan lo aceptamos, ¿okey? —le dijo Román a su segundo hijo—. Sólo decinos.

—Sí, papá, papi. Estoy con Ryduan Palermo —Agus no pudo evitar sonreír bobamente al pensar en su pareja.

—¿Desde hace cuánto? —le preguntó Pablo.

—Como un año, por ahí.

—¿Y recién nos dijiste, Agustín? —le preguntaron sus padres.

—... Teníamos miedo; yo más que nada. Rydu me hizo entender que nos iban a aceptar. Él les iba a decir al tío Martín y al tío Roberto, y yo a ustedes. A nuestros hermanos no, nos van a joder más de lo que ya nos joden —explicó su hijo.

Pablo y Román rieron levemente.

—Ah, por eso Lola y Santi andaban tan... ¿Shippers? cuando los veían juntos —dijo Pablo.

—Sí —respondió su hijo—. En realidad ellos dos y los primos ya sospechaban que somos pareja, pero nosotros nunca se los confirmamos, aunque era medio obvio según ellos.

Pablo y Román rieron.

—Pero... —dijo Aimar, sabiendo que había algún pero.

—Antes Ry y yo nos odiábamos, como todos saben. Nos volvimos a hacer amigos con el tiempo y... nos enamoramos. Pero igual, el odio que nos teníamos no sé si era mutuo o Rydu fingía —dijo Agus.

—Fingía, según Camila —dijo Pablo.

—Camila Abbondanzieri Palermo, ya vas a ver por no decirme nunca eso —susurró Agustín.

—Che, ¿estás en lo de Rydu ahora? —le preguntó Román.

—Sí, pero me quedé solo porque él no sé si fue a comprar algo o a decirles a los tíos, ig... —no pudo terminar la frase, porque golpearon la puerta.

Para gran diversión de sus padres, Agustín fue corriendo a abrir la puerta. En esos 5 minutos que tardó, Pablo le dijo a Román:

—Crecen tan rápido. ¿Te acordás cuando Agus empezó a caminar?

—Sí —dijo su pareja con una sonrisa nostálgica.

Agustín y Ryduan volvieron riéndose, y evidentemente peleando por algo que Ryduan tenía en la mano.

—¡Papá, decile a Ryduan que me dé el chocolate! —se quejó Agus.

Román reía. Pero cuando vio que Pablo sacaba dos chocolates, le arrancó uno de la mano, murmurando:

—Ladrón.

—Agus, ¿ya les dijiste? —preguntó Rydu, dándole a su novio un chocolate más grande.

—Sí —respondió Pablo por él—. ¿Cuándo se casan?

—¡Pa/Aimar! —gritaron Agus y Rydu, respectivamente. Pablo se atragantó con el chocolate.

—Vimos su entrevista de hace unos días —comentó su yerno, sentando a Agus en su falda—. Y vi que papá y papi también les revelaron a los periodistas su relación.

Los Riquelme-Aimar y Ryduan Palermo se la pasaron hablando toda la tarde...

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