Boda (3/3)

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Había llegado el día. El padrino de Pablo era Ayala, y el de Román, su hermano Cristian.

En el casamiento estaba presente toda la familia de ambos, más sus amigos.

Todos esperaban expectantes a qué salieran los novios. Lentamente, ambos se acercaron al altar junto a los padrinos. Luego se acercó Eva a dejar los anillos.

—Bueno, estamos aquí para celebrar el matrimonio de Pablo y Román —dijo el cura—. Pueden decir los votos —les dijo.

—25 años y por fin estamos acá, sabés cuánto esperé esto... ¿Qué te voy a decir que no te haya dicho mil veces en estos años? Me hacés muy bien y muy feliz, Romi, siempre te lo digo. Te amo tanto. Ambos lo supimos desde la primera vez que nos vimos, aunque sin saber que iba a durar tanto... Nuestra conexión empezó ese inolvidable día, y sé que va a seguir, lo sé, porque nunca voy a dejar de amarte. Te amo demasiado, Juan Román Riquelme —dijo Pablo sonriendo.

—25 años, amor, como pasa el tiempo. Y el momento que yo más quería, por fin se está dando, no me animaba a pedírtelo porque creí que no querías, pero veo que me equivoqué, porque vos quería casarte tanto como yo, gracias por estar siempre, por bancarme, por soportar mis cambios de humor, por ser mi mayor sostén en la vida, nunca me van a alcanzar los días y las palabras para agradecerte todo lo que haces por mí, te amo mucho, Enano, fuiste, sos y serás el amor de mi vida —dijo Román.

—Ahora —dijo el cura—. Román, ¿quieres recibir a Pablo como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

—Sí, quiero —dijo Román.

—Pablo, ¿quieres recibir a Román como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?

—Sí, quiero —dijo Aimar.

El cura bendijo los anillos y se los entregó. Román se lo colocó a Pablo, y viceversa. El cura les hizo firmar a los padrinos y a ellos dos el acta de matrimonio, y luego, los declaró esposos. Aimar y Riquelme se besaron.

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