Capítulo 31

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Acomode el cuello de la ropa que llevaba puesta, la ropa que Hedin eligió eran un poco incómodas, pero puedo vivir con eso, repase todos los detalles de la noche anterior, todo lo que ese elfo me ayudo a preparar luego de contarme sobre algunas cosas, me llevo tiempo convencerlos de que era alguien más o menos cercano a Syr-san y que necesitaría el apoyo de ellos, al final, termine prometiendo volver para el aparente desagrado de mi maestro, cosa de la que bromee para su irritación.

-Creo que exageré con la hora – dije mirando como la plaza estaba llena.

Si es que todo es culpa de la diosa Freya, si no hubiera enviado esa carta, el molesto elfo que se encontraba viéndome desde lejos de la misma manera que todos estos días no habría aparecido, raptado y entrenado para ser un "galante conejo" como me describió luego de vestirme con el conjunto que escogió, agradezco que por lo menos me dejará dormir una hora, ahora, tengo mucha hambre, siento como mi estómago gruñe ante el olor que llega a mi nariz, sí, sobre lo que dije de cambiar mis gustos, fue bueno que terminará haciéndolo.

Repase en mi mente todo lo que debía hacer para que cierto elfo no apareciera para matarme, como cuento con bastante tiempo dado el hecho de que la presencia de Syr-Freya no se encuentra del todo cerca, debo recordar el hecho de que no se me permite escatimar en gastos, tampoco es como si tuviera un presupuesto pequeño, hacer de "héroe galante" en el calabozo esos tres días hicieron que en términos de dinero tuviera bastante guardado en el bolsillo, bueno, en el pequeño bolso que tengo escondido por la camisa.

Agradecí que me diera tiempo a escribir una carta para enviar a mi Familia diciéndoles que todo estaba bien, que estuve en una "misión" por mi bienestar, al tiempo que parecía pedir ayuda les aclare que no me buscaran, esta vez por la protección de ellos, por obvias razones se que Magnus-san y Kuro-san saben dónde estuve todo este tiempo, pero conociéndolos no dijeron nada a los demás, no es que este enojado, si los demás aparecían entonces las cosas habrían sido complicadas.

-Hola Syr-san – salude de manera automática recordando esas dos primeras noches en las que entrene delante de un espejo – te ves hermosa.

¿Es posible sonrojar a una diosa con solo palabras? La respuesta es sí ¿La prueba? Bueno, justo delante de mí se encuentra una diosa transformada con sus mejillas sonrojadas al punto de que parece estar a punto de ser un tomate, ofrecí mi mano mientras daba una sonrisa que había sido practicada tantas veces que en esta ocasión salió de manera natural, su mano se posó sobre la mía y dando un suave apretón comencé con nuestra cita, pensar que me iba a negar a salir con ella porque quería invitar a las demás, a Artemis-sama más que todo, pero bueno, ya la rechazare cuando se me confiese, si eso provoca una guerra, responderé sin miedo alguno.

- ¿Eh? ¿Nos suplirían nya? – Anya pregunto con asombro a los dos aventureros de primera clase y diosas.

-No tenemos ningún problema – Artemis respondí con una sonrisa en su rostro.

- ¿Por qué lo harían nya? – Chloe, la otra chica gato pregunto con curiosidad.

-Porque no nos llama mucho la atención este evento – Kuro respondió con total normalidad terminando de ponerse un traje de mesero - ¿Qué tal me queda?

-Eres un don juan – Hestia exclamo con ligera diversión.

-Sal ya boazman de segunda – el renart exclamo con calma a pesar de sus ojos color carmesí.

-Tch, esta ropa es un poco incómoda, pero da igual – Magnus dijo al salir del baño – bien, es hora de atraer clientes, vamos, renart de cuarta.

Ambas diosas solo rieron por lo bajo ante el comportamiento de los dos aventureros, los cuales ya habían comenzado a cumplir con lo que habían dicho, pues en cuestión de unos segundos, mujeres de diferentes razas se encontraban entrando al establecimiento, sus miradas fijas en los dos camareros que se encontraban pidiendo sus órdenes con sonrisas que hicieron que el aire se escapará de algunas de ellas, ante ese espectáculo Hestia y Artemis entraron al vestidor, saliendo unos segundos después con los trajes de La Anfitriona de la Fertilidad, siendo ese el momento en el que el número d hombres incremento en la misma medida.

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