¡BIENVENIDOS AL SEGUNDO RADOMAGEDÓN! [EDITANDO]

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Narrador.

Paso una semana donde la rutina era, Stan salía por las comidas y trabajaba, mientras los castaños eran cuidados por Billy

La familia decidió salir a el centro donde estaba una gran feria, los castaños entusiasmados se arreglaron pues en su antiguo hogar era raro ver una feria.

El castaño bajo con un pantalón oscuro, unos tenis negro, y una sudadera/suéter color amarillo, está marcaba un poco de su cuerpo.
La castaña por su parte se puso una falda rosa pastel, una sudadera/suéter azul claro y unos tenis azul claro … Billy tenía puesto una camisa, pantalones, tenis y una chaqueta; todo de color negro; por otro lado, Stan llevaba su típico traje.

¿Qué esperaban?, Es un tacaño.

Entrando a la feria, se separaron, o más bien; Mabel se separó, Stan tuvo que correr tras ella porque tal parece se llevó su billetera/cartera.

- ¿Me permites? - El rubio ofreció su mano, mirando al castaño con una cálida sonrisa.-

- Claro - Dijo el castaño, aceptando la mano de su acompañante.-

Ambos caminaron por la feria tomados de la mano, llamando la atención de mucha gente, pronto el castaño empezó a sentir pánico.

- ¿Porqué todos me ven?, Esta pasando otra vez - Pensaba con miedo el castaño, inconscientemente rasco fuertemente la parte trasera de su cuello.-

- Tranquilo - Dijo el rubio sin despegar su mirada del juego que estaban por pasar.-

- Perdón, perdón - Repetía en su mente, sin dejar de rascar su cuello.-

Pronto la zona afectada se fue tornando rojo, a lo que el rubio sostuvo de las manos de su acompañante.

- Estoy contigo, nada malo pasará - Dejo un suave beso en los finos labios del castaño.

El castaño con temor fue correspondiendo, ¡No sabía besar y aún así correspondió!; Era un momento tan mágico para el castaño pues fue su primer beso, sentía como si fueran las únicas personas en el mundo, sentía las manos del rubio en su cintura; temeroso poso sus brazos al rededor del cuello del rubio.
Pero, algo estaba mal, el sentía que estaba haciendo todo mal; que cometía un error …pero no sabía cuál era, ¿Serán las mariposas que siente en su estómago?, Se supone que había tomado mucha agua para ahogarlas pero aún seguían revoloteando y ahora, con más frecuencia cuando beso al castaño.

La tarde en la feria fue excelente para ambos chicos, el rubio participaba en los juegos, con cierta ayuda lograba ganar los mejores premios, el rubio cargaba un peluche grande que era la mitad de su Reyna; con su brazo libre sujetaba firmemente la cintura del castaño, el cuál, traía entre sus manos un peluche del mismo tamaño que el anterior nombrado; junto a varios juguetes que se había ganado entre todos los puestos. Las mujeres miraban con envidia al castaño, algunas jóvenes les reclamaban a sus parejas del porque no eran así.

- ¿Dónde lo habrá conseguido? - Pregunto una rubia a su amiga, ambas estaban a unos cuantos metros delante de la pareja.-

- Ojalá mi novio fuera así - Dijo la pelo rojo, observando a la pareja.-

La rubia decidió acercarse al rubio cuando el castaño fue a comprar unos chocolates, su entusiasmo aumento cuando vio la billetera llena de dinero.

- Hola guapo - Saludo coqueta, junto sus manos tras la espalda intentando lucir su pecho.-

- ¿Qué quieres? - Dijo el rubio sin despegar la mirada de su amado.-

- A unos cuantos metros de encuentra un motel - Acerco su mano al pecho del rubio, con intención de acariciarlo.-

Cosa que fue detenida por una mano, observo que se trataba del castaño; traía una mirada asesina.

- ¡Baby!, ¿Compraste esos chocolates que te gustan? - Pregunto el rubio, empujando levemente a la chica.-

- Si, ya podemos irnos - Agarró un chocolate de su envoltorio, depositando lo en la boca del rubio.-

- Exquisito - Paso su lengua por sus propios labios, sonrojando al castaño.-

Se fueron ignorando la mirada asesina de la chica, el rubio volteo su cabeza para observarla, la chica creyó que le giñaria el ojo pero fue todo lo contrario pues, el castaño le había sacado el dedo del corazón mientras el rubio se reía.

Si, una tarde perfecta.