Capítulo 3

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Capítulo 3

Diana creyó haber entendido mal, pero descartó la idea al instante, porque era algo imposible.

Dia: eso no va a pasar nunca. Mis papás se adoran, son el uno para el otro y jamás se van a separar.

Eli: no te pongas así Diana... Te hice un comentario, solo eso...


^^ En el jardín...

Como mamá de la cumpleañera, Inés procuraba mantenerse al pendiente de cada invitado, al menos de cada mesa.

Y lo hizo hasta que unos brazos la aprisionaron por detrás.

Vic: te estaba buscando, ¿hmm...? (Besándole un hombro después de inhalar su perfume)

Inés: creí que seguías bailando...

Vic: logré escaparme... De verdad que esta juventud es muy extraña... Si no fuera por nuestros hijos, nada de esto pasaría en esta Hacienda...

Inés: ¿nos sentamos?

Vic: sí, pero antes debo decirle a Jacinta que prepare una habitación para la amiga de Alejandro.

Inés: ¿qué??

Vic: se quedará a dormir...

Inés: no. Porque para empezar no es una simple amiga como te dijo...

Vic: morenita... Los muchachos de ahora...

Inés: prepárate para que las niñas también inviten a sus amigos a quedarse...

Vic: eso nunca.

Inés: ¿lo ves?? Es eso lo que va a suceder, porque los hemos criado con igualdad de derechos...

Ahora a decirle a Alejandro que siempre no... De verdad que esa mujer suya era cosa seria, ahí menuda y bajita, pero era la única capaz de domarlo.

La próxima vez que volvieron a verse fue porque Victoriano buscó a Inés, mientras Emiliano cantaba.

Vic: ya hablé con Alejandro... Y entendió perfectamente...

Inés: bien para todos.

Vic: mi amor... ¿Vas a seguir molesta?? (Envolviéndola con sus brazos desde atrás y buscando besarle el cuello)

Inés: ¿Me permites escuchar a mi hijo cantar...?

Vic: es mi hijo también... ¿Quieres que me suba a la tarima y cante también?

Inés: no. (Agarrándolo de una mano) Quédate aquí... (Aferrándose a los brazos que la rodeaban)

Vic: estás hermosa esta noche... ¿Te lo había dicho...?

Y estar entre los brazos de ese hombre, era estar en el mejor lugar del mundo.

Automáticamente el enojo empezó a disiparse...

>>>

La música sonaba aún en el jardín, los jóvenes se divertían en la fiesta, pero los patrones de la casa habían decidido subir a su recámara.

Vic: hmmm... Me encanta tu perfume...

Inés: Victoriano... No estoy del todo contenta con lo que hiciste...

Vic: pero ya lo arreglé todo, mi vida...

Inés: aún así...

Vic: olvídalo ya, morenita...

Que él la abrazara y le bajara la cremallera del vestido era una excelente jugada de su parte.

Inés: no lo olvido...

LA PROMESA IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora