Ser fría y cortante era lo único que le servía.
Esa niña tierna ya había muerto.
No quería ilusionarse, y después llorar por una amor que nunca existió.
Al volverse fría, entendió que el amor no existe.
Entendió que la palabra "TE AMO", lo dicen por que toca, y no porque lo sienten.
También se dio cuenta que cuando dicen "me importas", es falso.
Si en verdad le importaras, estaría contigo siempre.
Y nunca nadie esta contigo siempre.
Al volverse fría un cortante, se dio cuenta que ella solo quiere vivir, para morir.