5- El poder de la Familia Ootori

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-¡Explicarme que significa esto! - Grité entrando con un portazo en el salón de música que no se usaba para música, provocando que todos los integrantes de dentro pegasen un saltito en sus respectivos lugares.

-Neeh, Ai-chan ¿Porqué frunces el ceño tan de mañana? - Pregunto Honey desde su sitio mirándome con inocencia.

-Quiero saber el significado de esto - dije sin responderle y acercándome a la mesita de café, que estaba entre los dos sillones entre los que se encontraban los gemelos y Tamaki, plantando con fuerza el sobre pijo, con un sello pijo, sobre la madera.

-¿Ah? - Preguntó Tamaki cogiendo el sobre con ojos confusos antes de sacar el sobre de dentro - Estimada Señorita Ichikawa, tenemos el placer de comunicarle que sus hermanos, Iori y Kou Ichikawa, han conseguido una beca en la escuela privada Ouran, para poder comenzar el curso cuanto antes, se le administrarán unos uniformes por parte de la dirección y no tendrá que hacerse cargo de ningún gasto que esto conlleve.

-Etto...pero eso...¿no es bueno? - Preguntó Kaoru mirándome confuso mientras yo me mantenía con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

-¡No!¿Qué voy a inculcarles a mis hermanos?¿Qué las cosas las regalan?¿Qué no hace falta esforzarse por conseguir algo?¿Qué no tienen que luchar por las cosas que quieren? - Pregunté indignada con una mano en el pecho - además nadie más que vosotros sería capaz de hacer algo así, nadie salvo las chicas conocen que tengo hermanos, así que quiero saber quien lo ha hecho - dije mirándola desafiantes a todos obteniendo varios minutos de silencio, cada cual me encrispaba más que el anterior - ¿Nada? -Volví a preguntar alzando las manos incrédulas antes de bufar y darles la espalda para dirigirme a la puerta.

-Onee-chan - llamó Tamaki con un tono de tristeza, justo cuando tome el manillar con los dedos.

-Deberías ser mas agradecida con lo que se te ofrece - dijo una voz áspera que me hizó alzar la mirada con el ceño fruncido en dirección a Kyouya, el chico moreno de gafas.

-Yo no quiero que se me ofrezca nada - dije acercándome rápidamente a la mesa para coger la carta para luego acercarme a él y plantarle la carta en el pecho, sin desviar mi mirada fulminante de la suya - he sido completamente capaz de valerme por mí misma desde hace diez años, no voy a empezar a depender de la limosna de los demás ahora - dije cortante antes de darme la vuelta y salir con un portazo del salón.

(-u-)...(_n_)....(-u-)...(_n_)...(-u-)

-¿En serio le dijiste eso? - Preguntó Yuuki mirándome con la boca semiabierta con la mejilla apoyada sobre su mano.

-Sí, es decir, no necesito, que me ayude, no necesito que me den migajas, como si no tuviese medios como para conseguir lo que me ha dado -dije con movimientos rápidos con el ceño fruncido.

Hacía media hora que me había encontrado con las chicas, y prácticamente hicieron como que no me conocían por la cara de demonio que llevaba, así que no tuve más opción que arrastrarlas a una de las ventanas de clase para hablar y desahogarme.

-Tú ten cuidado con Ootori-kun, su familia controla muchas diversidades de empresas, desde hospitales hasta equipos de seguridad especial - dijo Keiko mirándome con una pequeña mueca.

-Que controle lo que quiera, pero no va a regalarme dos becas, para restregarme que el tiene dinero suficiente como para conseguirlas, y yo no -dije cruzándome de brazos y desviando la mirada a la ventana.

-A lo mejor solo pretendía ayudar - comentó Yuuki antes de que sonase el timbre y ambas se dirigiesen a sus asientos, dejándome sola en una de las esquinas de la clase.

-Bien, sentaros por favor -dijo el profesor de Literatura mientras entraba en clase, haciendo que todos nos pusiéramos en nuestro sitio.

A lo mejor solo pretendía ayudar...

La Nueva Protegida (PAUSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora