【Ｓａｗ ｙｏｕ】➔ 𝕻𝖊𝖙𝖊𝖗 𝕻𝖆𝖗𝖐𝖊𝖗

━ ❛ Nyx Gwynn ❜

╔╦══  ⋆  ⋆  ✦  ⋅   ✩   ⋅  ✦  ⋆  ⋆  ══╦╗

ɴʏx ɢᴡʏɴɴ

╚════ ⋆ ⋆ ✦ ⋅ ✩ ⋅ ✦ ⋆ ⋆ ════╝

EL DEPARTAMENTO DE OWEN GWYNN NO ERA LA GRAN COSA, pero funcionaba para el padre soltero y su inquieta hija.

Las únicas dos habitaciones eran ocupadas por la no tan tradicional familia, con una cocina conectada directamente a la sala y un baño. Era notoria la falta de decoración y sobretodo de fotografías.
Sólo había una fotografía enmarcada en toda la casa, y era de la niña recién nacida, sobre el regazo de su madre a quien no se le veía el rostro, solamente sus largos cabellos rubios con tintes rosados. Aún así, era la cosa favorita de Nyx, la única imagen de su madre.

Esa mañana Owen se encontraba cansado, a su refaccionaría de autos no le estaba llenado tan bien como él esperaba, pues los clientes no confiaban mucho en un hombre que parecía recién salido de la cárcel y que trabajaba en secreto para una organización gubernamental, cosa que en otro tiempo no hubiera sido del todo mentira; tenía un trabajo de medio tiempo tres días a la semana, donde debía transportar costales de cemento para la construcción de cierto playboy millonario.

Pero Nyx tenía hambre, y sus cereales coloridos se habían terminado, junto con la leche.

Cruzó el pasillo de su departamento hasta el cuarto de su padre, abrió la puerta silenciosamente y caminó de la misma manera hasta estar enfrente de la cama donde su progenitor roncaba; se sujetó con fuerza de las piernas inmóviles, subió sus pies a la base de la cama y con esta se impulsó lo suficiente para poder subir. Lo había logrado.

Entonces la cama comenzó a moverse bruscamente y fue cuando Owen sintió el peso de su hija dejándose caer sobre él. Maldita diablilla.

—Nyx, deja dormir a papá o venderé tus libros de Harry Potter.— regañó el rubio a su otra rubia, quien lo ignoró —Nyx es en serio, no volverás a leer el nombre de Draco Malfoy hasta que cumplas treinta—

La pequeña bajo de la cama haciendo una rabieta, tenía hambre y a su padre no le importaba.

—Es que se terminaron los cereales 'Deadpool', también la leche con la vaquita chistosa y tengo hambre.—

El adulto giró su cabeza sobre la almohada y vio como la menor hacia pucheros. No había nada más tierno que ver a su hija haciendo pucheros.

Con pereza se levanto de la cama, despidiéndose de sus cálidas cobijas y se colocó una camisa. No deseaba que la vecina tratara de tocar su abdomen, otra vez.

Camino con lentitud hacia el refrigerador, comprobando lo que decía su hija y regañándose mentalmente por haberse olvidado de comprar la despensa.

—Está bien hadita, ¿qué te gustaría para desayunar?— preguntó aún sabiendo la respuesta.

—¡Un sándwich del tío Delmar!— gritó emocionada la de mechones rosas.

—Muy bien, pero apresúrate a cambiarte porque sino lo pediré con mucho aguacate.— le dijo haciendo énfasis en el "aguacate".

Oyó desde el cuarto de su hija un desesperado gritó diciendo que la esperará.

Nyx odiaba el aguacate, igual que su madre lo hacía. Todo acerca de Nyx le hacía recordar a su desaparecida esposa, él esperaba que estuviera bien.

Cuando la infante apareció con su conjunto que hasta el sabía, no combinaba, tomó sus llaves, la cartera y la mano de su pequeña. Caminaron hasta el estacionamiento donde se encontraba su viejo Range Rover y se encaminaron hacia la calle donde se encontraba el negocio de su amigo Delmar.

Tal vez si Owen hubiera recordado que ya no había cereal y leche. Tal vez y solo tal vez, su hija no habría sufrido tanto.

Owen Gwynn es el padre que nunca tuve. ¿Qué más les gustaría saber sobre la familia Gwynn?

VOTA • COMENTA • COMPARTE