El Mercenario Y La Youkai [Bankotsu×OC] [Inuyasha]

Los Demonios Alados

FLASH BACK

Todavía era una adolescente, de hecho le faltaba algo de camino para llegar a ser una gran hechicera y curandera. Ya llevaba algunos años de amistad con Tokisaki y como varias otras tardes, se encontraba junto a ella y su hija en el jardín de su palacio.

Miraban jugar y reír a la hermosa niña cuando de un momento a otro, su madre quedó mirando al frente, fijamente y en silencio. De inmediato, Hikari supo que Tokisaki estaba teniendo una visión.

—¿Tokisaki?— preguntó la joven, preocupada y expectante.

—Un hombre llegará a la vida de Sayuri de la manera más increíble…— respondió ella, mirando entonces a su amiga con un rostro serio pero en calma —Y su mente, será la única a la que ella no logrará entrar, porque… será su alma gemela. Su piel será morena, sus ojos azules, nacerá en una familia humilde y quedará huérfano aún siendo niño. Tendrá una vida difícil y se convertirá en un gran mercenario, deseoso de imponer respeto y temor— dijo y esta vez, sus ojos brillaron con un dejo de emoción —Ambos pasarán por muchas cosas juntos, él se enamorará de ella y ella le dará hijos— continuó e hizo otra pausa, sonrió y contempló a su hija —Ellos… vienen juntos de vidas pasadas.

Hikari la miró sorprendida pero creía con firmeza que así sucedería. Su habilidad para ver el futuro era bastante precisa, lo había visto en casos anteriores.

—¿Podremos presenciarlo?— indagó la joven curandera, preocupada.

—Tú podrás. Yo… ya no estaré— dijo con aires melancólicos y volvió a mirar a su amiga —Cuando Sayuri conozca a ese hombre, por favor,… confía en ella y deja que las cosas se den como tienen que darse— le pidió con un semblante muy serio pero en paz y agregó —Dejaré una carta explicándole ésto a mi niña, ella se merece saber sobre mi premonición. Tú sabrás cuándo entregársela.

Hikari asintió segura, haciéndole sentir a su gran amiga que podía confiar en ella completamente.

 
FIN DEL FLASHBACK

 
Hikari se encontraba aún contemplando a Sayuri y esperando por una respuesta de parte suya. Ella leía las palabras de su madre con lágrimas en sus ojos, realmente impresionada pues la descripción del guerrero asesino coincidía no solo en su aspecto físico, sino que en el mal pasar que había tenido de niño y de adolescente también. Todo era tal cual se lo había contado el mismo Bankotsu.

Su madre podía ver el futuro, habilidad que ella no había heredado al igual que el poder de detener el tiempo, el que pertenecía a su padre. Y lloró en silencio llegando al final de la carta. Tenía claro que la premonición de su madre era totalmente cierta y su corazón estaba a mil por hora con sólo una imagen en la mente. La de Bankotsu, su alma gemela y el amor de su vida.

La curandera la abrazó y acarició su pelo para contenerla cariñosamente. Sabía muy bien lo que decía su carta, pues ella misma estaba allí, ese día con su gran amiga Tokisaki.

—Bankotsu es el hombre de tu vida, por eso no puedes hacer nada con su mente. Él es sólo para tí y tú eres sólo para él— explicó Hikari y por fin la youkai pudo detener su llanto para mirar a la bruja a los ojos —Ya no llores más.

—¿Qué puedo hacer, Hikari?— le preguntó angustiada, mientras secaba sus lágrimas.

—Primero, descansa. Pon tu cabeza y tu corazón en orden. Luego sabrás qué hacer y en caso de cualquier cosa, yo estaré ahí— le aseguró Hikari con una sonrisa y volvió a abrazarla. Sayuri la abrazó y sonrió también, ciertamente era un alivio tener a la hechicera a su lado.

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Durante la tarde, los shichinintai se encontraban caminando en búsqueda de un nuevo trabajo. Sin Jakotsu y sin el hermano mayor Bankotsu, todo el liderazgo había recaído en Renkotsu.