El diario de Andrew

2. Familia

Andrew 03 de Junio del 2018

Es correcto creer que tú familia de sangre puede ser lo más importante para ti y en parte, es cierto, pero creo yo que una amistad podría ser mucho más importante.
Cómo muchos suelen decir, los amigos son la familia que uno elige y es cierto. Lilian era ese miembro de mi familia que si no estuviera ahí probablemente yo terminaría consumido por la desesperación. Lilian no lo sabía, pero era una de las pocas personas que me ayudaba a sostenerme. Curiosamente somos como dos personas inestables tratando de mantenerse estables y lo más probable es que terminemos cayendo, pero caeremos juntos y de igual manera nos levantaremos.

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Si alguien me preguntaba a quien llamaría en caso de que fuera a morir en los próximos cinco minutos sería Andrew ¿Por qué? Porque sabría que el podría escuchar mis últimas palabras sin intentar interrumpir mi discurso de despedida. Además de que probablemente necesitaría indicarle dónde estaban escondidas mis cosas ultra secretas que no quería que mi madre encontrará estando yo muerta.

Habían pasado ya unas semanas desde el inicio de clases, en una semana comenzarían las evaluaciones y como era costumbre Andrew estaba en mi casa pidiendo mis apuntes.

- si vas a tocar mis apuntes procura no tocarlos con las manos llenas de Doritos gracias. - murmuré entrando en la sala de estar. Andrew se encontraba sentando en la alfombra junto a la mesa de centro en dónde habían un par de sodas, bolsas de Doritos, algunas otras golosinas y mis apuntes obviamente.

- nunca entenderé porque le das tanta importancia a tus apuntes. - se quejo limpiando sus manos con las servilletas que acaba de traer.

- cállate, tu no pasaste horas organizando la información y usando distintos colores de plumones para darle un toque llamativo. - sabía que iba quejarse nuevamente así que lo interrumpí. - y no digas que los colores y las notas en los post it no sirven porque te recuerdo que tú método de estudio mejora con los colores y no lo digo yo, lo dijiste tu una vez, así que, cállate, estudia y déjame terminar con los demás apuntes que también debo estudiar.

- solo iba a preguntar a que hora llegaría tu mamá. - murmuro haciendo un puchero.

- ah... Pues, no vendrá. - Andrew levanto una ceja, probablemente pidiendo una explicación así que proseguí. - el señor Brown empeoró un poco y le pidieron que se quedará para que pudiera monitorear al señor de cerca. - contesté encogiendome en hombros. Realmente no me afectaba del todo, ya me había acostumbrado a quedarme sola aveces, no era que no pudiera sobrevivir sin mi mamá. Yo sabía cocinar, limpiar y eso, era un ser humano servible y literalmente independiente que podía estar un par de días sin incendiar la casa. Sin embargo para Andrew, el hecho de que yo me quedara sola era signo de EMERGENCIA. Nunca sabré que pensaba el que pasaría si yo me quedaba sola en la casa. Ya se que hay muchos peligros y hay cada loco por todos lados, pero si a mí no me asustaba eso ¿Por qué a el si? Nunca lo entendería.

- ¿Por qué no me dijiste antes? Le diré a mi mamá que regresaré contigo a cenar. - como era de costumbre, la mayoría de veces en las que me quedaba sola Andrew me llevaba a su casa, el dormía en la habitación de su hermano (quien estudiaba en una universidad lejos por lo que solo venia los fines de semana y la habitación quedaba completamente libre) y yo dormía en su habitación. Ya se había hecho costumbre, pero habían veces en las que no le decía a Andrew que me quedaría sola, solo por el simple hecho de que de verdad quería quedarme sola, aveces era relajante caminar por la casa en absoluto silencio.

- es viernes, Harry viene los viernes, no quiero incomodar, no tendrás dónde dormir. Puedo quedarme sola, ya tengo 17 Andrew, estaré bien.

- por algo existen los sofás. - murmuro el mientras escribía algo en su teléfono, probablemente un mensaje diciéndole a su madre que me quedaría a dormir.