El diario de Andrew

4. Tiempos.

Andrew 28 de junio del 2018

Era increíble el cambio que uno podía tener en tan solo un año. Podía asegurar que las cosas que uno aprende con el pasar de los días por más simples que sean, te cambian más de lo que uno pueda darse cuenta.

El punto es este ¿Cuánto tiempo debía pasar para reconocer que somos quienes somos y los únicos intentos de cambiar que deberíamos tener serían los de mejorar?

En lo personal tenía una ansiedad constante por cambiar quien era, desde que comencé a descubrirme a mí mismo quizás, no recuerdo cuando comenzó, lo único de lo que estoy consiente es que por alguna razón quería alcanzar una perfección que estaba cada vez más lejos de obtener.

Si Lilian se enterará de esto.

Probablemente comenzaría a regañarme.

Para después abrazarme y decirme que todo está bien.

Así era ella.

Ah Lilian, me aterra cuánto daño pueda causarte en un futuro.

(......)

Es viernes por la noche. Andrew está camino a la casa de sus abuelos en el campo y yo estoy sola.

Mi madre está cuidando de aquel anciano, que aunque nos duela aceptarlo, está empeorado cada vez más rápido, pobre señor Brown, era un buen hombre.

En ocasiones como estás me arrepiento de no haber insistido más por una mascota. No por un perro, claro está. No es que odie a los perros, pero no eran mis favoritos, eran tiernos, pero demasiado dependientes de su dueño y yo creía fielmente en que no podría con tanta responsabilidad. Por otro lado estaban los gatos, quienes según mi punto de vista eran superiores, prácticamente independientes, administraban su comida si no estabas tú en casa, con cariñosos cuando ellos quieren y tratan a los demás con indiferencia si no les agradas. Simplemente perfectos.

Estaba en mi escritorio terminando un reporte de ciencias cuando mi teléfono sonó indicando un nuevo mensaje.

- Sigo firme a mi creencia de que es más fácil viajar en avión. Llevo cuatro horas sentado, creo que ya no tengo la raya del culo.

Andrew odiaba viajar en auto, en bus, en lo que sea, el muy niño rico prefería viajar en avión pero esta vez sus padres decidieron ir en el auto porque "necesitan pasar tiempo familiar" Andrew debe estar retorciéndose de aburrimiento encerrado en ese auto. Tal parece que aún no llegaba a la casa de sus abuelos y el hambre podría jugar para que su irritabilidad creciera así que opte por llamarlo, a los dos timbres mi mejor amigo contesto comenzando a hablar apresuradamente.

- Siento que voy a morirme

- Ni lo sueñes, no puedes morirte y dejarme. – conteste mientras me levantaba de mi asiento y me disponía a salir de mi habitación para ir por algo de comer.

- según Harry no falta mucho para llegar pero mi estómago y mi trasero cada vez protestan más por la situación. – dramatizo y podía jurar que en sus labios se había formado un puchero típico de sus berrinches.

- ¿ya te he dicho que eres muy impaciente? – tal parece que Harry escucho mi última pregunta, porque en la otra línea se escuchó de lejos un "ves, ya la vas a volver loca" y seguido a eso una pequeña discusión.

Estuve hablando durante unos treinta minutos con Andrew y también con Harry que en algún punto específico aprovechaba para hacer algún comentario sarcástico y molestar a su hermano menor. La llamada concluyo cuando por fin estuvieron realmente cerca de la casa de sus abuelos.