Andrew 5 de julio del 2018
Las mentiras son fáciles de crear pero difíciles de mantener, era necesario tener una mente maestra para que tu mentira se sostuviera firme y sin ningún tipo de sospecha o por lo menos eso es lo que pienso.
Pero a veces te vuelves preso de tus propias mentiras y secretos.
Lo correcto sería no mentir, está más que obvio, pero a veces era realmente necesario, necesario para seguir viviendo, necesario para querer despertar todos los días, necesario para tener un día a día normal.
Lilian era la persona a la que no necesitabas mentirle, le podías decir de todo incluso si querías que ella te siguiera el show con sus propias mentiras lo hacía con tal de apoyar y ayudar.
El problema con esto es que Lilian también era una de las víctimas de mis mentiras, deseaba tanto decirle todo, pero no me creo capaz de hacerlo, no aún, necesito más tiempo, necesito sentirme seguro de confesarle absolutamente todo, a simple vista parecería que he asesinado a alguien por la gravedad en la que escribo, pero quizás es bastante simple y yo solamente me estoy mortificando.
(......)
Andrew llego dos días después tocando mi puerta con algunos regalos, era obvio que aun quería evitar el tema de conversación del viernes por la noche, probablemente el ambiente en su casa estaba igual de tenso que él mismo, lo pude percibir tan solo viendo su sonrisa, amplia y blanca como siempre, expresando alegría por verme pero había algo en esa sonrisa que no cuadraba y ya eran varias veces que había notado algo raro en el castaño, pero no insistía en saber el fondo de todo, después de todo, debe ser decisión propia de él contarme que le sucedía. No me había gustado nunca presionarlo, creía firmemente que las personas debían contarte sus problemas por si solas, cuando estén listas, y al parecer mi mejor amigo aun no lo estaba.
- me gustan. – dije mirando las fotografías impresas que había traído él.
Andrew y yo no teníamos infinidad de fotos como tal, realmente son pocas y era irónico al ser nosotros mejores amigos, por lo que habíamos acordado mandar a revelar todas las fotos que más nos gustaran y tener una copia cada uno
- no recuerdo exactamente que estábamos haciendo aquí. – comento el castaño señalando con un bolígrafo una de las fotografías en mi escritorio.
Yo sí lo recordaba, en la fotografía se podía ver a ambos riendo mientras uno de nuestros amigos se limpiaba la camiseta llena de salsa, sonreí de tan solo recordar esa vez.
- Es Michael, ustedes estaban discutiendo sobre quien soporta más la salsa picante, para tu mala suerte querido, Michael si era buen rival. Por otro lado tú no soportaste la salsa picante y la escupiste teniendo al pobre pelirrojo enfrente. ¡Arruinaste su camiseta!
El castaño soltó una fuerte carcajada enseguida, quizás recordando la reacción de Michael al ver su camiseta gris con salsa y saliva encima.
- Ahhh.... Michael, me caía tan bien ¿sabes cómo le va en su nueva escuela? – negué levemente ante su pregunta, la verdad no tenía ni idea. Michael se había mudado meses después a eso, debido al negocio que tenían sus padres, por lo que también tuvo que cambiar de escuela.
- realmente no se mucho, ya sabes cómo era Michael, no le gustaba compartir nada es redes ¿Te confieso algo? – cuestione con una sonrisita maliciosa. - Él me parecía muy atractivo.
- ¿Qué? ¡Lo negaste muchas veces! – exclamó Andrew girándose al verme con un gesto se suma indignación en su rostro, yo simplemente me límite a reír y a explicar porque lo había negado tantas veces.
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El diario de Andrew
Teen FictionUn par de mejor amigos desde la infancia, inseparables, con un nivel de confianza muy alto, ambos sabían todo del otro, o eso es lo que Lilian pensaba. Por medio de un diario que su mejor amigo le dejo, Lilian comienza a conocer un lado que no habí...