Estando ya solo se puso a observar su entorno, realmente le gustaba la vista que daba el gimnasio, ya que daba justo a un árbol hermoso, su árbol hermoso. Posando totalmente su atención y mirada en ella, suspiro con nostalgia recordando las tarde donde se sentaba con Wakatoshi para poder disfrutar de estar el uno con el otro sin molestar a nadie ni que los interrumpan.
— Van cayendo del cerezo esos pétalos de flor — Veía como el viento hacía que el árbol se moviera, llegando la acción de tirar pétalos
— Cada uno es un pedazo de mi triste corazón — Inconscientemente agarraba donde se ubicaba su corazón
Recordaba que en su primer año se había perdido y el mapa que le dio la escuela en esos momentos no le ayudaba en nada, entrando y saliendo de distintas clases para ver si daba en la de él, se chocó con alguien al estar distraído, maldiciendo en voz baja sobre su mala suerte.
— Mientras se dispersan, sueño en volvernos a encontrar —
Con el que se tuvo que chocar fue nada más que Ushijima; rojo y verde hicieron contacto en aquella primavera, sin saber que desde ese día serían inseparables, aunque no de la manera en que quería Satori, no quería arruinar esa bella amistad que tenía solo por sus estúpidos sentimientos.
— Pero no... pues ya estás muy lejos —
Los nervios hacían que su aroma intensificara teniendo que ponerse parches para alivianar su aroma, pero qué podía hacer si al estar junto con Wakatoshi todos sus instintos se activaban y al ser un omega era más notorio su delicioso aroma. Y se activó más al decirle a Ushijima que si quería estar con él, ese día nunca lo olvidaría porque igual una enfermera de la escuela lo tuvo que rociar por estar muy esponjado con su aroma afectando a la mayoría que estaba cerca de estos dos.
— Nuestra flor se marchitó —
Todo estaba yendo bien entre ellos, ninguna queja, ninguna molestia, pero lo que consideraba bien se fue tan pronto como cruzó miradas con ese omega del equipo contrario, claramente no le iba a saltar para agarrarlo a golpes sin justificación, pero realmente su omega tenía razón con él. La consecuencia de no haber escuchado se podía apreciar a lo lejos dentro del gimnasio.
Con este pensamiento en mente comenzó a acercarse al árbol y al estar casi pegado a ella, se dio un golpe en la cabeza con ella. Fue torpe en ilusionarse con todo lo que pasó con Wakatoshi, se daría otra vez, sin embargo, una mano se interpuso en su frente y en el árbol.
Reconocería las manos de uno de su equipo, no obstante esta mano morena no era de Reon ni de Ushijima, era de un promedio medio a comparación que las de sus dos compañeros. Extrañado volteo a ver de quien era la mano admirando a un guapo moreno no alto como él, pero sí más fortificado de su cuerpo.
¿Qué hacía el as de Aoba Jōsai justamente en su momento de agresión pacífica?
— No vale la pena hacer eso omega — Analizo de pies a cabeza a Satori — Realmente no lo vale —
Sin entender muy bien lo dicho por el alfa, alzó una ceja para darle a entender que no le había entendido, pero el alfa no tomó esa acción en cuenta. Pero, sin embargo, continuó hablando, dejando a Satori más confundido de lo que estaba.
— Fue el maldito chico equivocado, en el maldito cuarto equivocado — Los ojos de Hajime voltearon a ver a una persona en específico dentro del gimnasio — Rompió a mi corazón de vidrio —
Recordaba con exactitud como esa zorra que se hizo llamar su omega a principios de la preparatoria lo había llevado a su juego de seducción, donde nadie podía hacer sus jugadas, solamente él.
Tenían un acuerdo que pasarían el celo del omega juntos, las caricias que se daban conectándose más, sus cuerpos empezando a sudar por la actividad sexual que tenían en esos momentos, sus pieles morena y blanca juntándose en cada embestida; los susurros de amor que se daban al mirarse haciendo toque eléctrico en ella.
No todo es un final feliz como en los libros de princesas.
— Yo nunca sentí atracción, mucho menos amor, yo solo quería tu jodida atención, y ahora que la tuve otra más para mi colección — Habló su omega después de pasar su celo con el mientras se vestía para dejarlo solo en aquella habitación
Pensó que era una clase de broma de parte de Oikawa, no obstante viéndolo restregarse con otros alfas, días después supo que no fue una broma y que había sido uno más de la colección de aquel llamado omega.
Al terminar de hablar de ello y de recordar esos acontecimientos que quisiera olvidar de una jodida vez, observó al pobre bloqueador central omega que tenía peligrando su relación por un hilo, todo por la codicia del otro.
— ¿Encontró a su perra en ti? — Pregunto Satori alzando su mirada para ver mejor al otro, pero Iwaizumi la dejo al aire
— Eres un poquito mucho parecido a mí — Disimuladamente implementó su aroma en aquel omega que le llamo la atención, puede que el alfa del omega este atento con el otro y si no lo ve que le presta atención, él se encargaría que Satori no necesite a nadie.
— Iwaizumi Hajime — Dio su mano cortésmente
— Satori Tendou — Aceptó esa mano sintiéndose a gusto por el aroma a vainilla que soltaba Hajime a su alrededor
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Don't Need Nobody
FanfictionSatori siempre veía su noviazgo de un lado de la cara, pero un suceso hace que se dé cuenta de que no es lo que en realidad era. Para él, Ushijima era su alfa y para Ushijima, Tendou era su omega, es extraño que el alfa no lo mirará a él, si no, al...