Capítulo 13 : Neglected

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En el transcurso de estar esperando de que aquellos dos se fueran, a los dos alfas les empezaba a doler la espalda y a poner rojos las manos del agarre fuerte que sostenían con el tronco de madera pero con tal de hacer su misión imposible sería más que recompensado ese sufrimiento de toda esa semana. Al bajar de aquel árbol se oían los gimoteos y quejas de la alfa mientras que risas poco disimuladas se mezclaban con ellas.

Iwaizumi al llegar a la entrada de la puerta se dispuso a observar con más detalle, no quería que en el vecindario empezaran con sus llamadas telefónicas a la policía por intento de robo, cuando se aproximo López a el no lo dudo dos veces y agarró una piedra al mismo tiempo que tomaba impulso hacia atrás.

El tiempo es oro — Se excusó por el acto que iba a cometer — También me las debe por hacerle eso a Satori-chan — Lanzó la piedra con todas sus fuerzas dando en una ventana que estaba cerca de la puerta

El otro todavía intentaba procesar todo los acontecimientos que habían pasado hace unos segundos seguiría así si no fuera por el jalón del cuello de su camisa llevándolo dentro de la vivienda. Hay dos tipos de personas cuando entran a una casa, la primera era la que siempre iba con gentileza e intentaba con todas sus fuerzas no estorbar; la segunda era la que parecía como si fuera la dueña de la casa y podía hacer lo que se les plazca.

Claramente esas dos descripciones se ponían como ejemplo en Iwaizumi y López. Por más que el alfa ordenaba a la otra que no moviera nada, la otra con la menor delicadeza dejaba regado cosas en su camino poniendo como siempre la excusa de que se estaba vengando de él.

Habían pasado cinco minutos que no estaba oyendo ningún ruido ni se percató en el momento donde ellos dos se separaron al tener que buscar el cuarto de Ushijima, asustado comenzó a correr por cada cuarto con la esperanza de que estuviera ahí. Lamentablemente no estaba en ningún lugar la alfa, con esa nueva información sus nervios se ponían más incontrolables, su aroma a vainilla ahora se descontrolaba. No quería pensar en cosas muy malas, como por ejemplo si un vecino los vio y decidió intervenir o que una patrulla vio el desastre causado por la alfa.

¡LOPEZ! — Grito ya desesperado al no encontrar a su amiga, todavía tenían un transcurso que recorrer juntos ellos dos, como le diría a Satori que no pudo defender a su amiga, a alguien que los cubrió con sus alas

Sigilosa al pasar — Se oyó ecos de una voz femenina lejos de donde estaba, percatando los ecos lo mejor que pudo hacer era usar su olfato para percibir bien donde estaba ubicada la alfa, con la desesperación su mente no trabajo al cien para que se le ideara usar su nariz

Luego de ese susto se dispuso a caminar donde estaba y para ser sinceros no era un tramo muy poco para él; sumándole el poco tiempo que tienen para agarrar la ropa e irse del lugar del crimen. Cuando llegó a la entrada de lo que suponía que era el sótano vio a lo lejos como López metía ropa a lo loco en su bolsa, queriendo decir una palabra le fue arrebatado el turno por unas simples palabras que lo dejaron helado.

Fui descuida — Sin voltearlo a ver siguió metiendo mas ropa — Acabo de ver a uno de sus estúpidos vecinos en el teléfono y dudo que fuera la policía a la que llamaba ya que si no estuviéramos tras las rejas desde hace bastante tiempo — Con eso dicho cerro rápido su mochila y se levantó de donde había estado sentada para mayor comodidad

En cuanto proceso la nueva información ahora fue el que agarró a la alfa pero en vez de la camisa fue de la mano, esperaba que tuvieran el tiempo suficiente para poder largarse de la casa de Ushijima; laberinto por aquí, laberinto por acá y por fin llegaron a la salida. No supo como reconoció la salida de la casa que hace unos segundos se atrevió a perder a su amiga en ella pero por lo menos ya podían dar un respiro.

Sin perder otro tiempo más, siguieron corriendo por las calles pavimentadas de ese vecindario agarrados de las manos como si fueran dos amantes dándose la fuga a la vista del atardecer, sin darse cuenta que el dueño de la casa acababa de llegar justamente.

Llegó cansado a su casa pero al recibir una llamada telefónica de uno de sus vecinos diciendo sobre que alguien entró a su casa dejó todo lo que estaba discutiendo con Oikawa para poder ver el desastre y tal vez encontrar al responsable con las manos en la masa. Sin embargo cuando llegó no encontró rastro de esos delincuentes, inspeccionó cada habitación que tenía la casa sin encontrar rastros de robo (Sin involucrar algunas cosas rotas que encontró) lo cual se hacía más raro conforme abría las habitaciones.

"¿Vainilla?" Pensó al oler ese aroma muy fuerte en las últimas habitaciones, algo muy sospechoso ocurrió en su hogar y estaba dispuesto averiguarlo

El último lugar que revisó fue en el sótano, sabía de antemano que no tenía ninguna cosa personal cara en ese lugar pero le sorprendió cuando bajó a inspeccionar que su ropa sucia no estaba donde debería estar, además de otro olor ligero a su alrededor.

El anterior olor y este me resultan tan familiar — Hablo para si mismo, intentando juntar esos dos descuidos que cometieron los delincuentes

"Vainilla...." Rebuscando en sus recuerdos intentaba encontrar a una persona que tuviera el mismo aroma

"Vaini...." Por fin encontró uno que era cuando iba a la preparatoria más ubicado en tercero donde se hacia mas fuerte aquel aroma

"Vai...." Supo de quién era y si sus memorias no le fallaban el estaba muy involucrado con algo suyo

Tu descuido es ahora una puerta abierta para mi — Ojos oliva brillaron al decir lo último 

Don't Need NobodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora