Miya Atsumu.
El mayor de los gemelos Miya, por tan solo tres minutos, siempre creyó tener una paciencia que se consideraría aceptable, no nada tan exagerado como Kita, que aguanta todos los desajustes hormonales y cerebrales que sufren el y los gorilas que tiene por compañeros de equipo, tampoco tan inexistente como la de Suna cuando se trata soportar a cualquier otro ser humano que no sean sus amigos.Pero, está empezando a dudar de que su paciencia sea la cantidad que necesaria para tolerar este momento, y es que esta a solo a un par de halagos más hacia la chica del café de lanzar a Aran por las escaleras más cercanas, a ver si así deja de parlotear sobre su pareja destinada, que según lo que le ha dicho, conoció hace poco en una cafetería.
De verdad le alegra que su amigo consiga el amor, ¡pero por Kami-sama! ¿Es necesario hablar de ella a cada momento? Lo cansa con tantas habladurías cursis.
Ya van seis veces que le menciona sobre la linda sonrisa que tiene y lo hermosos que son sus ojos azules. Quiere pensar que no todos reaccionan así cuando conocen a sus Soulmates. Se conoce lo suficientemente bien como para temer por su seguridad si se comporta así con su hermano o con Suna si llega a conocer a los suyos algún día.
-...y es tan amable Tsumu, de verdad tienes que conocerla, es una lindura.- comenta Aran por ¿séptima? O tal ves sea la octava vez en el día.
- ajá.- es lo único que dice, para seguir caminando en dirección al gimnasio, tiene entrenamiento y no desea llegar tarde.
Tal vez allí consiga que Shinsuke calle todo el parloteo de Aran. Ya comprende porque su hermano detesta que hable de cualquier tontería sin parar todo el día.
Aún así no dejará de hacerlo, le parece divertido molestar a Samu.
Siguieron su camino hasta los vestidores del club de voleibol masculino, con Aran haciendo comentarios sobre lo genial que es su destinada al llegar se encontraron con quién desde hoy, Atsumu jura nombrar como su salvador.
- ¡Kitaaa-saaaaan!.- exclama con dramatismo cuando ve la peculiar cabellera de su amigo y capitán.
- Oh Atsumu, estaba por preguntar dónde te habías metido.- ¿ven? A eso se refería con la infinita paciencia del capitán, hasta aguanta sus gritos.
- ¿Porqué? Lo que sea que según hice, juro que yo no fui.- responde rápidamente negando con sus brazos y olvidándose de Aran y su incansable parloteo.
- No sé, el entrenador solo dijo que debía hablar contigo y conmigo después del entrenamiento.- su mirada seria esta centrada en el teñido.- Ahora cámbiate, tu igual Aran.- finaliza señalando al moreno para salir tranquilamente del vestidor.
Atsumu acata rápidamente la orden de su capitán y abre su casillero para comenzar a cambiarse. Está preocupado, no es algo normal que el entrenador quiera hablar a solas con el y Shinsuke, eso solo dice que paso algo muy malo o algo muy bueno. Pero conociéndose es probable que sea la primera opción.
¿Ahora qué hice?
Termina de amarrar sus zapatos y sale del vestidor directo a la cancha principal del equipo de vóley, Aran lo sigue unos pasos atrás con un aura rosa a su alrededor, pero por suerte ya no habla y presume su reciente encuentro con la chica del café.
Suertudo, ni siquiera le importaba el tema hasta que la conoció.
El entrenador organizó al equipo para entrenar en 2vs2, su emoción se activa casi automáticamente en todo su ser y la adrenalina por un nuevo juego lo recorre, dejando de lado la reciente envidia hacia su amigo. Y llevando a una parte lejana de su mente la preocupación por la charla que debía tener con el entrenador.
![](https://img.wattpad.com/cover/264325004-288-k73305.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Colores de otoño || SakuHinaAtsu || Próximamente.
Fanfikce¿Te gustaría conocer la historia de tres almas destinadas a amarse vida tras vida? | Al cumplir los trece años, cuando el reloj marqué el fin del día, en tu muñeca aparecerá el nombre de tu pareja destinada escrito con su caligrafía. No importa cómo...