La protegida de Gojo Satoru [OC x Gojo Satoru]

Capítulo 5

Delilah Metz

Termino de arreglarme lo más rápido posible. Busco mi celular alrededor de la cama. Lo tomo al verlo en la mesita de luz. Tengo algunos mensajes de Nozomi haciendo planes para esta semana, ya que la escuela está destruída. Le contesto rápidamente que no voy a poder hoy. Salgo de la habitación de Gojo cuando estoy mentalmente preparada para lo que viene.

—¡Ahí está! —exclama Satoru al verme. Extiende sus labios en una sonrisa. Verlo a la luz del sol es aún más satisfactorio. —Nuestra cuarta alumna; Metz Delilah.

—¡Un gusto en conocerte! —saluda con una reverencia un chico con el cabello rosa. Parece más bajo que Satoru. —¡Soy Itadori Yuji! —dice alzando su mirada. ¡Lo conozco! Me siento estúpida por no haberlo reconocido.

—Yo te conozco. —le admito apenas unos segundos después de que se presentara.

—¿Mmh? —murmura con confusión.

—Vamos a la misma escuela. —digo tratando de que me reconociera.

—¡Oi! ¡Eres la chica de intercambio! —dice señalándome mientras se acerca a mí. Su sonrisa se extiende al verme asentir. Parece un chico tan amable. Toda su aura es muy enérgica. Con su rostro más cerca, se puede ver dos cicatrices en la mejilla. No sabría decir si son recientes o si ya tiene tiempo.

—Esa misma soy. —le sonrío.

—Oi, oi, oi, —ambos giramos nuestros rostros al escuchar la voz de Satoru cerca nuestro. Da unos pequeños aplausos para llamar nuestra atención. —Dejaremos las presentaciones para después. Primero el director los tiene que ver. —asiento aún observando sus ojos desconocidos a través de los lentes de sol.

—¡Sí, Gojo-sensei! —exclama Itadori llevando una de sus manos a la frente como si estuviera saludando a un general del ejército.

—Cuando salga de este cuerpo, ¡te torturaré tanto que me pedirás que te mate! —una voz mucho más grave que la de Yuji amenaza a Gojo. —¡Será tan divertido arrancarte la lengua! —suelta unas carcajadas terribles que me crispan los nervios. Es una presencia tan grande como la de Satoru, solo que esta es más tenebrosa.

—Lo siento sensei, —pide disculpas Itadori mientras se tapa el dorso, cubriéndolo completamente. —aún no lo controlo totalmente. —mi curiosidad asoma al ver la situación. Gojo se acerca a nosotros con una sonrisa en el rostro.

—Ser amenazado por Ryomen Sukuna es todo un placer. —dice cruzado de brazos.

—¡Te arrancaré el corazón! —una boca sale en la mejilla de Itadori. Sonríe maquiavélicamente antes de soltar otra carcajada. El miedo surge en mi corazón, inevitablemente me alejo del chico amable y enérgico. —¡Será el mejor de mis asesinatos!

—¡Oi! —dice Yuji tapándose la mejilla esta vez. —Juro que es peor cuando me habla a mí solo. —comenta en un suspiro.

—¡Vámonos! —interrumpe Gojo el ambiente sombrío y tenebroso que se estaba formando. Su acento cuando habla inglés me resulta encantador. —Nuestro director odia la tardanza.

Junto con Itadori seguimos a Satoru. Yo mantengo cierta distancia con mi compañero. Tengo muchas preguntas sobre lo que acaba de pasar. Lo único que tengo claro es que no es nada seguro permanecer muy cerca de él.

Bajamos unas escaleras de piedras antes de llegar a un templo grande y alto. También tiene un estilo tradicional japonés. Su majestuosidad se nota en kilómetros. 

—Delilah, —me llama de repente Satoru. —espéranos aquí unos minutos. Por ahora Itadori-kun tiene que dar su entrevista.

—Claro. Suerte Itadori. —le sonrío. Ambos me corresponden con una sonrisa. Yuji con una sonrisa amable y Gojo con una de orgullo. Ambos entran al templo apenas se despidieron de mí. La puerta pesada se cerró detrás de ellos.