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Te vas lejos

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Te vas lejos.
Te llevan lejos.

Los minutos siguen corriendo.
Y yo sigo aquí, siguiendo el mismo camino que ya me harté de recorrer.

¿Las cosas entre nosotros hubieran cambiado un poco si yo te lo decía?

Siempre me sentí comoda a tu lado, era reconfortante contar contigo en todo momento.

Te miraba siempre con admiración.
Te veía radiante, gentil e inalcanzable.

Era muy cómodo ser tu amiga, mi mente núnca buscó nada más.
Pero mi corazón no se conformó con simplemente una amistad.

Era muy cómodo mantener todas las cosas como siempre habían permanecido.

Núnca te dije nada.
Núnca me dijiste nada.
Estábamos bien.

Saber que te íbas me rompió en todo sentido.
Pero aún así no te dije nada.
¿Hubiera servido de algo?
¿A tí? Lo más probable es que no.
¿A mí? Definitivamente sí.

Decírtelo me liberaría del remordimiento que me causa saber que no tuve el valor de confesarte todo lo que me hacías sentir.

La lluvia sigue siendo pesada en mi espalda, eso no lo puedo cambiar.
Pero siento la necesidad de quitarme otro peso de encima.

Doy media vuelta y corro a tu encuentro.

Doy media vuelta y corro a tu encuentro

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Poemas que llueven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora