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Volver a vernos.
Capítulo quince.

"Fiesta fuera, sentimientos...también"
Parte II

Sí, bueno, me había olvidado de mencionarle algunos detalles a Kendall. Detalles como que Piero estaba en Nueva York, durmiendo todas las noches con la que probablemente era su novia ahora. Ella me mataría, de eso estaba segura.

Todos estaban en un silencio absoluto, Kendall me interrogaba con la mirada, mientras Zack y Tyler estaban debatiéndose la idea de lanzarse sobre Piero en este mismo instante. Y bueno, yo tenía encima la mirada de Thom y la de Piero. Piero esperando respuesta a la preguntaba que acababa de hacer.

Kendall se aclaró la garganta, y toda la atención fue para ella.

-Eh... Piero, creo que no es una buena idea-dijo ella, mirándolo directamente a los ojos.

Automáticamente una sonrisa burlona se marcó en los labios de Tyler.

- ¿Por qué no?-preguntó Piero, frunciendo el ceño.

-Ya sabes...-comenzó a explicar ella-sería muy incómodo...para más de una persona aquí.

-No entiendo.

-Escucha, bro, lo que mi hermana quiere decir es que no queremos que vayas, ¿de acuerdo? Ya que queremos divertirnos esta noche, no estar con mucho drama encima, fin del problema. -gruñó Tyler.

-No somos "bro"-comentó Piero, ahora él también fulminándolo con la mirada.

¿Qué día era hoy? ¿Día de fulminar a todo el mundo con la mirada o qué?

- ¿Piero? ¿Ya nos vamos, bebé?-pregunta Theresa, acercándose hacia donde estábamos nosotros hablando.

La mirada de Tyler recorrió todo el cuerpo de Theresa en un segundo, Kendall, al notarlo, le dio una fuerte pisada en el pie, haciendo que el saltara de dolor.

- ¿Qué?-gritó Tyler, ella solo negó con la cabeza y centró toda su atención en Theresa.

-Hola chicos-saludó ella, apoyándose sobre el cuerpo de Piero y saludando con su mano libre. -Las chicas me están están esperando, cariño, ¿vamos?

Piero negó con la cabeza, sin dejar de mirarme en ningún segundo.

-Cambio de planes, iremos a otro lado. -respondió él, secamente.

Kendall viró sus ojos, se acercó dónde estaba y me arrastró hacia la salida del departamento. Esa no era una buena idea, se pueden estar matando allí adentro. Me obligó a bajar algunos escalones, hasta llegar a uno de los balcones.

Cruzó sus brazos sobre su pecho y me hizo un gesto con la cabeza.

- ¿Algo que explicar?-pregunta.

-Supongo que me olvidé de decirte. Piero está en Nueva York por un campeonato de futbol, su universidad tiene un convenio con la nuestra. A cada uno de ellos le asignaron una residencia. A él le tocó esta.

-Me tienes que estar jodiendo, ¿y quién es la esquelética que está a su lado?

-Theresa es todo menos esquelética, Kend. -ella viró sus ojos, nuevamente. -Es su novia...supongo. -respondí sin poder levantar la mirada, y jugando con mis dedos.

- ¿Quieres que vaya? Me refiero a hoy, la fiesta, ¿quieres que él esté ahí con su nueva novia? Solo dime _________, puedo hacerlos desaparecer a ambos.

-No lo sé, Kend. Él debería decidir eso, todos adentro están como si él me hubiera hecho daño a mí, cuando en verdad yo fui la que le rompió el corazón él.-sollocé.

-Oh, no, señorita. No lagrimas hoy, ¿de acuerdo? Vamos a dejarlo ir, aunque no le prometo hacer como si nada hubiera pasado e incluir a su nueva novia en el grupo. ¿Puedes hacer eso?

Asentí con la cabeza.

-Todo va a estar bien-me dijo dándome un fuerte abrazo, otra vez.

{...}

Kendall gritó, elevando sus brazos en el aire apenas entramos al lugar en el hotel donde sería la fiesta. El lugar estaba lleno de personas, la mayoría ya ebrias y listas para recibir el año nuevo en una hora y media.

-Parece que va a ser una buena fiesta-gritó Zack en mi oído, debido a la fuerte música.

-Eso espero-le respondí.

En el camino a la fiesta me la había pasado hablando con Zack. Le pregunté sobre su vida amorosa, y automáticamente se puso del color del tomate. Me contó que tenía algo con su mejor amiga, aunque eso todavía no tenía nombre aun. Le dije que estaba feliz por él. Después me exigió que era mi turno de ir a visitarlo a Londres. Le prometí que se lo iba a comentar a Jordan, a ver que me decía.

Nos sentamos todos en unos pequeños sillones, cerca de la barra. Todos nos acercamos a este junto.

- ¿Qué les sirvo?-preguntó el hombre de la barra, su mirada solo estaba sobre mí, eso hizo que Kendall me tirara un fuerte codazo.

-Ella quiere un orgasmo-dijo Kendall señalándome.

Ella. Tenía. Qué. Estar. Loca.

- ¿Qué?-gritó ella-Es el nombre de un trago, dios-dijo haciendo que todos se rían y yo me ponga ahora del mismo color que Zack hace unos minutos.

El vuelo de los gemelos se había retrasado, por esa razón iban a llegar de frente al hotel.

Solo nos habíamos quedado Kendall y yo esperando en la barra, los demás se habían ido a sentar a nuestra mesa. El barman regresó a nosotras y nos dio todas las bebidas en unas fuentes. Tenía uno aparte de color crema, con una cereza adornando la copa.

-Toma-me dijo dándome el trago.

Kendall ya se había ido, antes de que siquiera pueda haberme dado cuenta, dejándome sola.

-Espero que te guste-me dijo, dándome una enorme sonrisa.

Estaba punto de irme cuando sostuvo mi mano, obligándome a detenerme.

-Salgo a las tres, podríamos hacer algo -propuso.

Me imaginaba que era ese "algo", empezaba con "s" y terminaba en "exo", si se lo pueden imaginar. Le di una amable sonrisa y regresé a nuestra mesa.

Justo cuando me senté, los gemelos llegaron hasta nuestra mesa. Kendall estalló de alegría, y todos ya sabíamos que el trago que le había afectado demasiado rápido.

Tomó a Jake a la pista de baile, antes de que incluso pudiera decir "hola". Jack se sentó en el asiento que acababa de dejar libre Kendall. Piero llegó a nuestra mesa, solo, se sentó en el otro asiento libre.

-Mira-me dijo Tyler, señalando a una pareja que estaba bailando muy calurosa en la pista-Zack, Thom y yo estamos apostando que la chica con la que acaba de bailar el hombre es su novia, y cuando regrese habrá una pelea de gatas, ¿entras?

Me reí y asentí con la cabeza.

-_________-dijo Jack, llamando mi atención. -Kend dice que mañana preparas tu tan amada Lasaña, ¿es verdad?

-Sí ella está obligándome o algo por el estilo-dije riéndome.

-Ustedes chicos, tienen que saber que ella-dijo Piero, señalándome- ya no preparara la misma lasaña que ustedes quieren. Eso depende a quien la prepara, y ella sabe que solo le podrá hacer la misma lasaña solo a un chico en especial. Al primer chico que le preparó lasaña.

Estaba punto de matarlo. La forma en la que lo decía, todos nos dimos cuenta que se refería algo más que solo "lasaña". No sabía exactamente si estaba roja de la furia, o de la vergüenza. Pero era una de los dos.

Claramente Piero estaba ebrio. Podía sentirlo solo con olerlo.

- ¿Saben algo gracioso? Todos los que estamos sentados aquí, tenemos algo en común, ¿o no se han dado cuenta? ¿Quién adivina?

Todos los chicos lo miraban confundidos. Hasta que Piero me señaló.

Lo que había querido decir Piero es que todos habían tenido algo conmigo. A ninguno de ellos les pareció divertida su broma.

Menos a mí.

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