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Amor...

¿Qué somos capaces de hacer cuando lo sentimos? ¿Hasta dónde nos atrevemos a llegar por la persona que más amamos?

Pero... ¿Qué es el amor en realidad?

"Nunca pensé que podría amar a alguien, pero ¡mierda!, cuando el amor llega haces lo que fuese por esa persona, por una sonrisa en el rostro que tanto nos acelera el corazón. "

2 de marzo, 2019.

Narrador Omnisciente.

La noche llegó más rápido de lo usual. El viento frío, golpeaba con fuerza los árboles, haciendo de sus ramas moverse con intensidad, dando la sensación de que, en cualquier momento, se romperán en el ambiente tan sombrío que la noche otorga.

Un joven vestido completamente de negro, sentado en una banca de la plaza, se encuentra frotando sus manos, tratando de entrar en calor. No le gustaba el frío, lo aborrecía, él era más de sol y playas, pero por ver a la mujer que atormenta con calidez su corazón, haría lo que fuese, tanto así, hasta el punto de congelarse solo para verla.

La plaza, la más alejada de la ciudad, estaba rodeada de oscuridad, pero al menos había un pequeño farol que emitía una luz titilante, haciendo de este escenario uno más solitario y misterioso.

Daba escalofríos caminar allí sin luz de día.

De repente, el joven detiene la acción de sus manos cuando unos pasos se escuchan a lo lejos.

Con una enorme sonrisa, completamente emocionado y con el corazón latiendo como loco, se levanta de su asiento, viendo hacia todos lados hasta toparse con aquel abrigo de color granate que conocía bien.

Ella estaba usando el abrigo que él le regaló.

No se lo pensó dos veces antes de salir corriendo hacia ella. Hacía un año que no la veía, pero los mensajes nunca faltaron. La extrañó demasiado.

De igual manera, la mujer misteriosa corrió hacia él para saltar y rodear su cintura con sus piernas. Ella no podía contarle todo con exactitud, pensaba que todavía era un chiquillo nada leal, pero que la hacía sentir más joven de lo usual. El peligro y la euforia repentina que la atormentaban cuando estaba con él, era lo que la hacía sentir viva.

Aquel chico se quedó a su lado aun sabiendo lo que hacía para sobrevivir, sabía sobre su avaricia y las atrocidades que ella cometía. Seguía a su lado a pesar de todo.

—Tengo a la policía pisándome los talones —murmura la mujer en su cuello, mientras él la acuna con esmero, como si la protegiera de todo el frío y todo lo malo a su alrededor después de sentarse juntos en el banco.

—Te esconderé, am...

Ella rió ligeramente, negando con la cabeza.

—No lo entiendes. Me metí con una familia muy poderosa y ya no puedo seguir escapando. Mi rostro está en todos lados, ni siquiera puedo entrar a una tienda sin que me reconozcan, menos podría viajar.

—¿Vas a rendirte? —cuestiona con sorpresa.

«No es la mujer que conocí. Hace años era arriesgada, valiente, no le importaba nada y se burlaba de todo. Ella era peligrosa. Ahora parece un cachorro asustado. Sin embargo, no la dejaré sola a su suerte», pensaba él.

—¡Claro que no! —exclamó ofendida.

De repente él se separa.

—¿Recuerdas mi número telefónico de memoria? —pregunta con un tono de alarma en su voz, mirándola con temor, a lo que ella frunce el ceño mientras asiente con confusión—. Vas a necesitarlo.

Señala hacia el norte, donde la luz se hace más visible y el sonido de las sirenas policiales empiezan a escucharse.

—¡No! —Se levanta exaltada y empieza a correr sin importarle que el viento helado golpee en su rostro.

«Es muy pronto, es muy pronto», piensa la mujer.

Ambos separaron sus caminos con un mismo objetivo: huir de la policía y encontrarse de nuevo más tarde, pero esa noche uno de ellos fue atrapado, poniendo fin a su búsqueda y dando paso a la justicia.

Pero lo que nadie sabía era que ella buscaría venganza, teniendo ahora un aliado que la ayudaría sin pestañear.

Ella acabaría con la ahora nombrada: Nyx Jones.


Sobre hielo y secretos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora