Confianza.

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El sudor cayó de mi frente, mientras sentía irritada por los colicos que me trituraban las entrañas, no tenía muchas cosas que llevar al dormitorio, la mayoría de cosas que había llevado era relacionadas a mi carrera, la misma ropa que siempre repito, algunos libros que insistía en tener pero que jamás leía, lleve mis cuadros para amontonarse en una pared y mis aparatos tecnológicos no podían faltar,  observe el viejo violín que solo utilice por dos semanas y luego lo deje tocar por dos años, lleve decoraciones que tenía en mi antigua habitación, mi mente intentaba recordar con exactitud la conversación que había tenido con mi madre aquel día pero mi sabio cerebro la había borrado de mi mente, recordaba algunas palabras, recordaba la culpa.

"Bien, ahora tu también me vas abandonar, me dejaras sola para encargarme de todo yo."

"Eres igual a todos los demás."

"No se porque siempre que espero algo de ti logras decepcionarme." 

"Si vas a ir, ni se te ocurra ponerte a comer tus asquerosidades, lo último que necesitas engordar." 

Esa era las frases que se había quedado en mi mente grabada con fuego y que posiblemente mi cerebro no iba a poder eliminar fácilmente

"El deber de los hijos no es ser el apoyo de su madre, al contrario, el deber de una madre es ser el apoyo de sus hijos."

Ah, y rememorar esa frase del doctor Lecter me daba consuelo, era como un ancla dulce.

Suspire con una sonrisa pequeña mientras me sentaba en el sillón afuera de mi habitación, no entendía porque no había nadie aquí, no era horario escolar, si los demás estudiantes no estaban en clase, ¿entonces en donde más estaban? era extraño ver aquel corredor tan vacío... di un brinco horrible cubriendo mi cabeza, de la nada había escuchado el sonido de un golpe, algo se había caído muy fuerte, cerré los ojos y mis oídos pudieron escuchar unos quejidos lejanos.

Me levanté de aquel sillón y observe arriba de mi, el sonido había provenido del piso de arriba, tal vez había alguien allí, corrí por las escaleras para después usar un muro para cubrir mi cuerpo y asomar la cabeza, me mordí el labio hasta casi tragarlo y camine por el nuevo pasillo observando una puerta abierta con luz en su interior los quejidos se hacían más fuertes

-¿Hola?

-Hey...

Dentro de la habitación había unos ojos azules que me observarán desde abajo, una graciosa criatura hecha de libros con piernas largas o ojos azules resaltando entre las portadas, apreté mi boca tratando de no reír.

-¿Eres el hada de los libros o alguna mierda así?- Si, comúnmente era una persona con un habla vulgar, obviamente frente al doctor Lecter la pena me ganaba.

-Algo asi, mas bien, el hada me ataco a mi. Se han vuelto muy salvajes.

Apreté más mi boca mientras levantaba las cejas, me arrodille frente a la criatura y lo ayude a quitarse todos aquellos libros de tapa dura de encima, y donde lo que antes se veía como una graciosa criatura sacada de un caricatura salió un muchacho universitario con un extraño cabello rubio que en realidad era un rojo muy curioso o tal vez un rubio fresa opaco o muy saturado que parecía castaño cuyo nombre parecía ser Thomas

-Okey, te ataco un hada, deberíamos llamar al 911, parece una emergencia. 

-Bueno, solo fue un hada traviesa, posiblemente solo queria jugar.

-A enterrarte vivo.

-Y por eso no debemos confiar en Disney.

-Touche, Thomas.

El río con dientes rectos y algunas arrugas en su rostro, mientras me daba la mano.

-Fue divertido, me dijo que lo llamara Tom, nos quedamos hablando sobre su carrera, al parecer el edificio en donde termine es de etnomusicología, no tenía ni la menor idea que hubiera una carrera que estudiará exclusivamente la música cultural, al parecer es tan poco demandada que la facultad está casi vacía. me parece muy valiente tomar la incitativa de ir tras una carrera asi.

-En efecto, la sociedad actual no considera atractiva la música del mundo antiguo o tradicionales de otras culturas, a veces ni de la misma.

-Bueno no en realidad, supongo que jamás se nos inculcó ese amor por la cultura y menos aquí, este lugar en general solo es tierras robadas y colonizadas a la fuerza. 

-Comparto tu punto de vista, este lugar se construyó en la base de arrancar otras culturas de raíz para luego estilizarlas a puesto de comida rápida y capitalismo.   

-Pero... aun así considero un poco fuerte su juicio ante la ignorancia de la música cultural.

-¿Y eso se debe a que...?

-Pues como dije, no sé inculcó esa pasión por las raíces, como extrañar algo que jamas te llamo.

-Es un punto muy válido e interesante... así que este caballero Thomas ¿como lo consideras en una forma intrapersonal?

-Oh... ¡Yo!- mi rostro ardió como si de una tetera chillando se tratase y procedi a reir acalorada.

-No, no, no lo veo de esa forma.

-Es curioso que esa "forma" haya llegado a tu mente.- comentó tomando una nota en su libreta, me sentí un poco nerviosa con esa acción ¿había dicho algo mal? esa sensación vino a mi como si un hilo tomará una extremidad mia, pero eso era imposible, el doctor lecter era mi psiquiatra, el solo buscaría mi bien, ayudarme.

-El es... atractivo y muy gracioso, me cae muy bien pero ¿usted considera que es no es buena idea acercarme con esa intención?

-A veces podemos ver a alguien con si fuera el sol mismo, brillante, lleno de calidez dando vida, pero ¿eso significa que sea buenos para nosotros mirar al sol?

-No...

-Considero que seas... precavida, con tus relaciones, no te acerques a cualquier muchacho.

-¿Porque?

-Veras, se dice dentro de la psiquiatría que repetimos patrones de relaciones sentimentales o platónicas, patrones que se basan en la relación que vemos o tenemos con nuestros padres, muchas veces estos patrones son invisibles para nosotros, podrías terminar con una persona muy narcisista si no evalúas bien a tus parejas, asegurate de conocer profundamente a alguien que solo quiera tu bien.

-Eso... tenía bastante sentido, ¿patrones invisibles? como podría identificarlos, ¿debería... aislarme de las relaciones para evitarlo...?

-Al menos hasta que tengas las herramientas necesaria para reconocer a una pareja funcional para ti, dime ¿como han sido tus relaciones anteriores?

Sentí una punzada sobre mi vientre que me hizo dar un pequeño brinco.

-Podrias cambiar el tema si gustas.

-Mi ultima relacion me causó trastorno de estrés postraumático, el era... parecía amable, siempre parecía esconder cada abuso dentro de algo tan racional como la preocupación, sus traumas, su personalidad, y yo lo justificaba, todo fue tan... ni siquiera fue silencioso, no se como pude dejar escalar a ese nivel de violencia.

-Estabas enamorada, las personas hacemos cosas así cuando nos enamoramos, no vemos más allá, ignoramos las banderas rojas, las advertencia, idealizamos, por eso es importante tener las herramientas necesarias y yo te ayudare a conseguiras.

Lo observe conmovida, él tenía un rostro muy peculiar, tan real, tan agraciado y elegante, sus pómulos resaltaba filosos cortando el aire y sus labios parecían sacados de un rayonismo ruso y dentro de sus ojos se veían cuencas con ojos pequeños, uno creería que eso lo haría verse esquelético pero no, el era... un hombre atractivo, sus movimientos y expresiones esclarecidos, ilustres, delicados y elegantes lo delataban, se veía como una persona tan interesante y ortodoxa de una manera misteriosa.

-Gracias doctor Lecter.

El sonrió complacido y yo sonreí disfrutando su aprobación aliviada y tímidamente, no había porqué temer, el doctor lecter estaba para ayudarme, sus argumentos tenían sentido, después de todo era un profesional de la salud mental, podía confiar en él, si no lo hacía podría terminar con otro loco. Me aislaría del amor... solo un tiempo.

-Hannibal, puedes llamarme Hannibal.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2021 ⏰

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