Apego ★ Minchang

9

Felix estaba realmente irritado mientras arreglaba su camisa y limpiaba la saliva de la comisura de su boca, caminando hacia la puerta de entrada. Mientras, Chris fruncía los labios, subiendo la bragueta de su pantalón.

Era su primer jodido día de vacaciones y realmente quería tener algo de tiempo con Felix, ¿por qué  mierda los interrumpían en ese instante?

—¡Ya voy! —chilló Felix cuando tocaron otra vez la puerta con fuerza—. Imbécil...

Su queja se vio cortada cuando abrió y, de pronto, un depaborable MinHo lo tomó de las solapas de su camisa, empujándolo contra la pared.

—ChangBin —murmullo en un gruñido—. ¿Dónde mierda esta ChangBin?

Felix párpados tanto por la sorpresa como por la confusión, su cabeza doliendo levemente por golpe que se dio contra la pared. Sin embargo, términó por hacer una mueca de molestia.

—¿Qué voy a saber yo, idiota? —preguntó con brusquedad, queriendo soltarse.

Sin embargo, MinHo solía ponerse demasiado agresivo si estaba molesto.

MinHo lo soltó, empujándolo, y sin decir otra cosa se metió al interior de la casa.

—¡¿Qué mierda, MinHo?! —escucho el grito de Chris.

—¡ChangBin! —grito MinHo, ignorandolo—. ¡¿Binnie, dónde estas?

No hubo respuesta.

Felix volvió a entrar al comedor, irritado, enojado y disgustado por la situación, sin comprender realmente qué estaba haciendo MinHo en su casa, buscando a ChangBin. ¿Acaso pelearon?

Qué jodida novedad.

Felix realmente no encontraba nada nuevo al hecho de que pelearán, porque esos últimos meses se acostumbró a verlos discutir por cualquier nimiedades, se acostumbró a ser el hombro dónde ChangBin sollozaba porque su matrimonio se estaba arruinando y no sabía cómo rescatarlo.

A Felix nunca le gustó por completo MinHo para ChangBin. No llegó a odiarlo como ese último tiempo, simplemente, no le terminaba de convencer para pasar el resto de su vida con su mejor amigo. Quizás se debía a que, como mejor amigo de ChangBin durante toda su vida, no consideraba a nadie demasiado bueno para que estuviera junto a alguien que siempre le sonreía a todas las cosas de la vida, fueran buenas o malas.

No, MinHo se alejaba por completo de lo que consideraba el próspero ideal para ChangBin.

MinHo era... Era alguien demasiado... Bueno, ¿cómo decirlo?

MinHo complementaba a ChangBin. MinHo era tranquilo allí donde ChangBin era un desorden. MinHo siempre parecía activarse cuando ChangBin estaba a su lado. MinHo parecía comprender de una extraña forma a ChangBin cuando el resto no lo hacía.

Sin embargo, había algo en lo que MinHo no percibía de ChangBin, algo que Felix consideraba mucho más fuerte fundamental que nada en la vida, y era que ChangBin amaba de una forma tan profunda, tan dolorosa, que si uno no estaba dispuesto a dar todo por ChangBin, entonces no lo merecía tampoco. Esa forma de amar provocaba también que ChangBin se esforzará el doble, el triple, el cuádruple, el quíntuple, lo necesario, para salvar algo que consideraba fundamental en su vida.

En cambio, para MinHo, si las cosas no funcionaban, simplemente se tenía que acabar con ello para evitar el daño.

Fruncido el ceño, Felix sacó su móvil mientras mientras Chris le miraba cómo pidiendo una explicación, pero ignorando a su novio, marcó el numero de su mejor amigo.

El número que usted marco se encuentra apagado o temporalmente fuera de servicio, luego del timbre. Puede dejar...

—Hey, Bin —murmulló Felix con su estómago apretado—, cuando escuches esto, por favor, llamame. Te quiero, Binnie.