Apego ★ Minchang

3

—ChangBin, ¿qué diablos te pasa?

ChangBin miro a Felix con una mirada impasible, mientras le metía una palito de helado a Yeji en la boquita. La hija de Chris se había enfermado en los últimos días debido a la ola de frío que azotaba la ciudad, y no era la única: ese día, ChangBin tenía su agenda llena, por lo menos durante una semana más.

No le importaba demasiado, porque ChangBin amaba a los niños.

Siempre había querido un niño dentro de su familia, y el sueño de adoptar uno seguía ahí metido en su cabeza, a pesar de la inestabilidad con MinHo.

Inestabilidad. Como si fuera eso. Como si estuvieran pasando un mal momento y no le hubiera pedido el divorcio oficialmente tres días atrás.

En esos tres días, ChangBin no había tenido noticias de su, todavía marido, pero no lo iba a llamar para presionarlo.

ChangBin conocía a MinHo lo suficiente como para saber qué
decisión iba a tomar finalmente.

—Tose, cariño —le pidió dulcemente a Yeji, que obedeció.

La hija de Chris, que había sido producto de su exnovia Sana, era un encanto con todo el mundo. Era educada, bonita y tierna, criada por sus dos padres, a pesar de que no estuvieran juntos, ya que todavía conservaban una gran amistad aún cuando habían sido novios en el pasado.

Sana no tenia problemas en que Yeji pasara semanas completas con su padre, pues tenía un trabajo pesado cono gerente de una empresa de moda y solía viajar durante largo períodos de tiempo. Sin embargo, no era una madre ausente como michos solían pensar.
Llamaba a Yeji cada noche preguntado como le fue en el día, y ciando Sana estaba en casa, le ponía total atención a su hija. Además, conocía a Felix, la actual pareja de Chris, y no ponía reparos en que Felix fuera como un segundo padre para Yeji.

—Has estado comiendo helado a escondidas de tu tío Felix, ¿no es así enojona? —se burló dulcemente de la pequeña, que enrojeció por la culpa y la vergüenza.

—No me cambies el tema —le reclamó Felix detrás de él—. ChangBin, demonios ¿como se te ocurre...? ¡MinHo no merece ninguna oportunidad! ¡Te engañó con su asistente!

El breve recuerdo de ver a MinHo tomándole la mano a JiSung en su oficina, hablándole al oído mientras provocaba que se riera, causó una punzada de dolor en su corazón, pero fingió indiferencia que no sentía para que Felix no siguiera retándolo.

ChangBin nunca se había considerado a sí mismo como una persona celosa, no así como MinHo. Mientras MinHo era todo posesividad y gruñidos, ChangBin era calma y silencio, por que MinHo nunca le había dado motivos para dudar de él en esos ocho años que estuvieron juntos.

No hasta ahora.

—Bronquitis aguda —le dijo a Felix—, sólo descanso, micho líquido y acetaminofén para bajar la fiebre.

Felix murmuro por lo bajo mientras comenzaba a abrigar a Yeji.

—Deberías firmar esos tontos papeles —le regañó Felix—, y deshacerte de él. Le pides la casa, dinero y lo mandas al diablo.

—Felix —dijo ChangBin con la voz seca —, sigue siendo mi marido y el hombre que amo. Tú no lo entiendes, así que te lo diré de forma fácil: MinHo me sigue amando, lo sé,  solo tiene que darse cuenta de eso y lo ayudaré para que luego no se arrepienta por haberse divorciado.

—¿Arrepentirse? —farfulló Felix con rabia teñiendo su voz—. ¿Cuando Lee MinHo se ha arrepentido de algo?

Nunca. MinHo era una persona que pensaba bien las cosas antes de hacer algo. Si le estaba pidiendo el divorcio, no era una decisión apresurada, sino porque tuvo  que pasar semanas pensando si era lo correcto o no.