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Hongjoong se encontraba con una gran jaqueca, no era la primera ni la última de este día, pero sin duda no andaba con humor para tenerla y más cuando le prometió a su novio dormir con él.

Ya era media noche, entro gruñendo al departamento compartido con los demás miembros, pateó con enojo algunas prendas que se encontraban tiradas en el pasillo, ya le había dicho a los chicos que sean más limpios. Pero no, además... ¿Seonghwa que hacía últimamente? Parecía que cada vez menos le importaba la limpieza.

Le gustaría decir que todos estaban en sus habitaciones, descansando pero no, otra vez. Desde aquí se escuchaba los gritos de San y Yunho jugando seguro a un jueguito en línea, también vio como WooYoung cocinaba algo en cocina con compañía de Mingi el cual parecía estarle robándole la comida que estaba utilizando. Y eso ocasionaba escuchar los gritos agudos y quejas de WooYoung.

Nisiquiera intento acercarse a la cocina, huyó para las habitaciones.

Intento ubicar a Seonghwa y Jongho, el primero estaba en su habitación viendo una novela con una mascarilla. El mayor parecía no tener planes de hablar, soltando un bufido, salió en busca del segundo el cual se encontraba... ¿Tirado en suelo del baño? Preocupado se agachó a la altura viendo si seguía al menos respirando.

- ¿Jongho? ¿Qué haces ahí?

- Hongjoong Hyung llegó... estoy pensando...

Okey, debía ser honesto no era la primera vez que lo encontraba así, pero seguía sin entender cuál era propósito de pensar al rededor de olor a pis y mierda, algo incómodo salió dejándolo solo. Ahora solo necesitaba encontrar a Yeosang.

Entro a la habitación compartida de los mejores amigos y maknae, estaba todo muy oscuro, aunque podías notar la suciedad y lo desordenado a su alrededor. No entendía desde cuándo los chicos dejaron de preocuparse de la higiene en si. Estaba todo tan silencioso que parecía no a ver nadie. Pero conocía tan bien a su novio, que vio un bulto debajo de muchas frazadas y osos a su alrededor.

Esa solo imagen hizo que su corazón latiera rápido, y su enojó y frustración desaparecieran. Sin duda Yeosang era su calma en vida.

- ¿Sangie? Mi vida ya te encontré...

Se acercó despacio, prendió la lámpara del escritorio, suficiente iluminación para ver una cabecita asomándose abajo de todas esas frazadas.

Sonrió con amor, por la ternura que le daba tal imagen. Se sentó en la orilla de la cama, acariciando despacio las mejillas rojas del menor.

- Hyung ya vino...

- Si Sangie, ¿me haces un lugarcito?

- No, usted necesita un baño urgente, salga y luego lo pienso. - y se volvió a esconder bajo de sus mantas, patentado a su hyung fuera de la cama.

- Aquí nadie me tiene respeto ¿o que? ¡Quiero mimos Kang Yeosang!

- Pues bañese y huela rico y se los daré!

Rezongando entro a la ducha y una vez terminando, se encontró con tal escena, su lindo novio ya se había dormido. No le quedó de otra, hacerse un pequeño lugar, besar su pomposa mejilla y abrazarlo por detrás.

Y si, así era su relación. Yeosang podía ser una bolita tierna y tímida, pero solo era una faceta de segundos, para que luego saliera su verdadera personalidad. Un gruñoncito de poca paciencia.

Hongsang |DAME MIMOS KANG YEOSANGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora