ɴᴏ ʟᴏs ǫᴜɪᴇʀᴏ

veinticinco: Katsuki

**tres años después**

- señor Kirishima hay personas interesadas en comprar la casa - habló entrando a la oficina la secretaria personal del pelirrojo...

- bien... hoy saldré a media tarde y no volveré, así que cancela todas las citas de la tarde - mencionó el pelirrojo firmando algunos papeles de la nueva fábrica que abriría.

- si señor - mencionó la chica antes de salir de la oficina y dejar todo en completo silencio nuevamente.

Kirishima terminó aquellos papeleos y se giró en su silla mirando la ciudad... suspiró agotado tocando su cuello quitándose un poco todo ese estrés acumulado.

- "¿donde estás?" - se preguntó en la mente parandose de su silla y caminando lento de un lado a otro sin dejar de ver atraves del cristal.

Una vez fue medio día... Kirishima salió del edificio, bajó al estacionamiento y sacó su auto...

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Conducía por la ciudad pensando en varias cosas...

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- se acabó amor... lo maté, ya podremos estar juntos... Eijiro, por fin seremos la pareja perfecta, ya nadie se interpondrá en nuestro camino -

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Esa fue la última vez que vió a la rosada, antes de ser llevada a un centro de rehabilitación o manicomio.

Kirishima movió su cabeza de lado varias veces borrando la imagen de la rosada...

Condujó en silencio hasta llegar a su antigua casa, caminó por el patio hasta llegar a la puerta... giró la perilla sin atreverse a entrar aún...

- vaya, a pasado un largo tiempo - susurró Kirishima bajando la mirada y pegando su frente en la puerta blanca.

Con lentitud abrió la puerta y entró... todo seguía igual, sólo que está vez todos los muebles entre otras cosas estaban bajo una tela blanca...

Subió las gradas con lentitud pasando su mano por el barandal de estas...

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- tiene algunas costillas rotas y contusiones en la cabeza por los golpes en los escalones al caer... lo siento,no pudimos salvar al bebé. Sin embargo, eso no es lo único, el omega no podrá quedar embarazado  nuevamente, el corte en su vientre provocado por la otra persona fue muy profundo y dañó gran parte del aparato reproductor... perdió mucha sangre -

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El pelirrojo caminó a lado de la habitación que antiguamente compartía con el cenizo dirigiéndose a la habitación que sería destinada al pequeño...

Abrió la puerta... era la única habitación vacía, todas las cosas, muebles, la cuna, ropa, algunos juguetes, todo fue sacado de la habitación... los dibujos en las paredes fueron tapados con pintura blanca.

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- ¡lárgate no quiero verte! ¡prometiste protegernos! ¡te odio! ¡por ti culpa murió mi bebé! ¡vete ya! -