A sus 19 años, Sunoo debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar ropa de temporada que ha llegado, o estár juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos (o largos) 19 inviernos, Kim Sun...
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-Señor Nishimura, veo que su Omega no le acompaña hoy-la agente morena le habla, recordando que no se había presentado correctamente, reacciona-. Oh, que falta de profesionalismo-estira su mano-. Puede llamarme Ryujin.
-Un gusto-sonríe y acepta su mano. Sí, es la misma que fue a su casa pero no hubo tiempo de presentaciones-. Y se quedó en casa cuidando del bebé.
-Eso es bueno-sonríe-. Sígame por favor.
Ella lo dirige a un consultorio. Ha pasado una semana desde la visita a su casa y para hoy, estaba programada la cita para los análisis de paternidad. La mujer abre la puerta, pero detiene a Niki.
-Ella está adentro. Sólo... no haga algo que pueda asustarla, por favor.
Sin entender muy bien, Niki asiente y ellos entran. En una silla está un doctor hablando con una bebé, quien se ve intranquila, pero cuando ve a la agente, sus bracitos se estiran ansiosos hacia ella. Su cabello es rojizo y lacio, igual al de YeJi. Es idéntica a ella, sólo que sus labios son rellenitos y rosados, como los suyos, sus pequeños ojos rasgados son negros y al rededor del derecho hay un círculo amarillento, además, en la esquina de su frente había un hematoma y en sus brazos tiene varias marcas y costras. Tiene poco más de un año, en sus ojos hay terror.
-Está bien, cariño-la morena acaricia el cabello de la niña, peinado en rodetes sobre su cabeza.
El Alfa de Niki se vuelve loco, queriendo correr hasta la pequeña, tomarla en sus brazos y protegerla de todo.
-Esta es la pequeña ChaeYoung.
ChaeYoung se encoge y cierra sus ojos cuando ve al Alfa caminar hasta ella.
-Está bien, Chae-Ryujin le habla, acariciando su espalda-. Estamos aquí para protegerte, ¿bueno?
Al parecer ella entiende. Abre sus ojos y están rojos, queriendo llorar.
-Haremos esto rápido-el doctor habla por primera vez-. Sólo necesito que abra la boca-Le dice a Niki y él lo hace.
Mete algo de cotonete a su boca, pasándolo por sus mejillas interiores, luego lo guarda en una bolsa. Hace lo mismo con la niña, sólo que, como ella se negaba, tuvo que hacerlo a la fuerza, haciéndola llorar. Niki quiso tirarse sobre él y soltarle unos cuantos golpes por eso.
-Es todo, señor Nishimura.
-¿Cuándo tendré que volver?-Disimuladamente, coloca una mano sobre la espalda de ChaeYoung, sintiéndola temblar.
-Dos días, a la misma hora.
Niki asiente y sale de ahí. Su celular comienza a sonar dentro de su bolsillo.
-¿Si?
-Mmmh, Niki-es Sunoo y su voz suena diferente.
-¿Sunnie?
-Mierda, Niki... No demores.
-¿Estás bien?
-Ah, ah. No-oye que gime.
-¿Tu celo?
-Uh, s-sí y duele sin ti.
Cuelga la llamada y rápidamente analiza las cosas. Su opción era correr, la casa no quedaba tan lejos y en el autobús tardaría mucho. Y no podía hacer a su Omega esperar mucho.
Así que, corre lo más rápido que sus piernas dan. No tarda ni cinco minutos cuando ya está en la puerta. Toma unas respiraciones más antes de abrir la puerta. El intenso aroma de Sunoo le golpea, hipnotizándolo. Era muy dulce y Niki casi sentía saborearlo. Oye los quejidos del Omega, suena agudo y necesitado.
-¡Nikiiiiii! ¡Veeeeen!
Y bueno creo que ya sabemos lo que pasó después 😉
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-¿Cómo te fue?-Sunoo pregunta sobre el pecho de Niki, media hora después.
-Bien, sólo fue para la saliva.
-¿Estaba ella ahí?
-Sí.
-¿Cómo es?
-Es... idéntica a YeJi, pero sus ojos eran más oscuros como-
-Los tuyos-sonríe.
-Sí, algo así.
-Entonces es bonita-se mueve, quedando ahora con la cara en el cuello del Alfa.
-Demasiado-suspira, recordando la cara de terror de la niña cuando el doctor la hizo llorar.
-¿Estás bien?-Sunoo acaricia un brazo del Alfa con la punta de sus dedos.
-Debiste verla, Sunnie. Ella estaba asustada de todo y en sus brazos habían marcas.
-Pobre bebé-un puchero aparece en sus labios, imaginando todo lo que le pudo haber pasado-. ¿Y?, ¿sentiste algo cuando la viste?
Niki asiente.
-Es tu hija, Niki. Tu Alfa no se hubiese puesto alerta si no fuese tuya.
-¿No te molesta?
-¿Debería?
-No sé, pero... sería mi hija y con otra persona.
-Sí, pero fue antes de mí. Además, ella no tiene la culpa de nada.
-Gracias, Sunnie.
-Para servirte-ríe, mordiendo el cuello del Alfa, comenzando a sentir su cuerpo caliente otra vez.
-Creo que yo te serviré.
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Si ven algún nombre o algo que no coincida con la historia avisenme me ayudaría mucho
