Con mi poder de telequinesia alcance a detener la copa, lastimosamente el líquido que contenía se resbalo y callo encima del traje de mi hermano Arion.
- ¡Cinnia si vas a tratar de hacerle daño a alguien no actúes inmaduramente lanzando lo que primero se te cruce, pudiste lastimar a Maya! – Estaba furiosa por lo cual le lance una mirada de advertencia, si no hubiera alcanzado a detener la copa de vidrio, esta hubiera terminado en la cabeza de Maya y si a ella le ocurría algo, no hubiera dudado en devolver el golpe y con mayor fuerza.
- Lo siento Maya mi intención no era lastimarte a ti – Su mirada por un momento se suavizo, luego volvió aquella frialdad tan característica de los Elfos.
- Tranquila princesa, entiendo su malestar, no tiene por que disculparse – Respondió Maya bajando ligeramente su cabeza.
- ¡Ya es suficiente con ustedes dos, siempre que se encuentran terminan en pelea, no pueden por una vez en sus vidas llevarse bien y dejar tanto drama en esta familia! – hablo mi padre con tono molesto y mirándonos mal a Cinnia y a mí.
- Si ella no intentara tapar el sol con un dedo, no tendría que actuar de esa manera tan impulsiva, que no es propio de una princesa. Pero que se puede esperar de una Asesina, marginada y analfabeta, que lo único que sabe es tomar un arma y matar – Su desprecio era evidente y aunque trataba de demostrar que no me dolían sus palabras, dentro de mi tenía ganas de llorar.
- ¡SI TUVIERAS UN POCO DE INTELIGENCIA EN ESA CABEZA HUECA, TE DARIAS CUENTA QUE ESTAR EN LA GUERRA NO ES PARA NADA HERMOSO! – Grite furiosa – Si por una vez pensaras en alguien mas que no seas tú, te darías cuenta lo que es matar a seres inocentes, ¿Tu crees acaso que duermo tranquila de solo recordar? – Mi voz se entrecorto, era un tema del cual tampoco me gustaba hablar – Aunque si tienes razón en algo Cinnia, soy una marginada porque la guerra nunca es amable con nadie y soy una completa asesina, porque mis manos están manchadas de gente inocente, algo que tú nunca entenderás – Apreté mis puños y me levante, estaba cansada de esto, lo mejor sería marcharme.
Para este punto todos estábamos de pie, Arion solo negó mientras miraba a un punto indefinido, Borak estaba al lado de Maya, tratando de protegerla de la loca de Cinnia, mi madre lloraba silenciosamente mientras mi padre se masajeaba el puente de la nariz y torcia su boca en un gesto de molestia.
- Sera mejor que me marche, estas reuniones solo dañan a mamá, vámonos Maya.
- ¡Espera mi niña! Aun no te marches, hace mucho que no te veo, ¿Por qué no mejor descansas esta noche en tu antigua habitación? Y mañana si aun deseas irte, podrás hacerlo tranquilamente – Mi madre corrió a mi y me tomo de mis manos, mientras me hablaba con su voz entrecortada por el llanto y su mirada suplicaba que me quedara, aunque sea solo por una noche.
- Madre tu sabes que te aprecio con todo mi corazón y lamento hacerte llorar – seque el rastro de lagrimas que aun quedaban y la abrace, me dolía verla de esa forma – Lamento el alboroto causado por mis palabras Rey Oberón, no volverá a repetirse por mi parte – me separe de mi madre e hice una leve reverencia hacia mi padre en forma de disculpa.
- ¡Espero que no vuelva a suceder o tendré que darles un castigo ejemplar a las dos!, no por ser princesas significa que pueden pasar por sobre su Rey y padre – sus palabras eran toscas y fuertes, dando a entender quién era aún el Rey.
- De mi parte tampoco provocare más alboroto indigno de una princesa, lamento si mis palabras ofendieron a su alteza, no volverá a suceder – Cinnia se arrodillo y bajo su cabeza, como la típica sumisa que era.
- Eso espero, ahora retírense, tengo que hablar con Arion de un tema de vital importancia y espero que dentro de dos días su forma de actuar cambie, no quiero que los otros reinos piensen que están en un circo y no en un reino digno de admirar. – Con su mano hizo un gesto despectivo y nos dio la espalda esperando que nos marcháramos.
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OCTAVIO
Fantasy- Te crees mucho para ser una simple hada. - No me creo querida, lo soy, soy Amelia Hier Catalleira princesa y comandante del Reino Corazón Naciente, prometida y futura Reina del Rey y futuro emperador Octavio Berseker. Se me olvidaba resaltar algo...