CAPITULO III

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Todo era paz y armonía en el reino de Corazón naciente, me encontraba jugando en el patio del antiguo castillo de verle, me vi y tenia unos 6 años, solía ser una niña muy risueña y juguetona.

- Mira mami el señor Mitu dice que eres una mamá muy hermosa – dice contenta una vocecita mientras mostraba su tortuga de peluche que según ella se llamaba Mitu.

- ¡Oh pero que hermosas palabras del señor Mitu, dile que es una tortuga muy amable! – Dijo la reina Ailish siguiendo el juego de la pequeña.

- Mami cuando nazcan mis hermanitos, yo voy a ser la mayor ¿cierto?

- Si mi vida, tu y tus hermanos serán los mayores, por lo cual deben querer mucho a tu hermanito y hermanita que viene en camino – Sonrió mientras acariciaba su pancita de 5 meses.

- ¡Siii! Así cuando crezcan ya no voy a ser la menor, sino que seré la mayor, y yo te prometo mami que los voy a cuidar mucho – Dijo la pequeña mientras sonreía emocionada por la llegada de sus hermanitos.

- Lo se mi vida, se que serás una muy buena hermana mayor, bueno creo que será mejor entrar, el cielo se esta oscureciendo por lo cual debe ser la lluvia que viene en camino – Ailish se levantó con ayuda de Cinnia y se adelantaron a entrar.

- Vamos Amelia, no te quedes afuera o te puedes enfermar – Cinnia le sonrió dulcemente mientras le pedía que entraran.

- Ya voy Cinni, vamos Maya o mi hermana se enojará – la pequeña entro y sin darse cuenta dejo al pequeño Mitu en el patio.

Sentí que estaba ahí pero solo era una observadora nada más, me sentí en casa otra vez, hasta que...

- Altezas tienen que esconderse ya, un dragón viene hacia el castillo y no hay quien lo detenga, escóndase rápido por favor, nosotros trataremos de detenerlo, pero no es seguro ahora.

Vi como mi madre corrió rápidamente a el pequeño Armario que se encontraba en ese momento, movió unos trajes y vestidos y oculto a Cinnia, Maya y a mí, cuando ella iba a entrar, recordé a mi estúpido muñeco, mi terquedad nos condenó.

- ¡Mami olvide al señor Mitu! No puedo dejarlo – La pequeña salió y corrió por su muñeco.

- ¡Amelia vuelve, no es seguro que salgas! Dioses, Maya corre por ella antes de que lleguen – Ailish estaba asustada, pues solo ella y sus hijas, más Maya se encontraban, nadie más podría ayudarlas.

- ¡Amelia, vuelve! – Maya corrió rápidamente por la pequeña, cuando la alcanzo corrió de vuelta con ella y la pequeña tortuga, solo que un Dragon con deseos de venganza ya las había visto.

La reina desesperada oculto a sus hijas, Cinnia estaba asustada y llorando, Cuando se iba a ocultar la reina también, el Dragon llego.

- Mira que delicioso bocadillo dejo el Rey – Hablo el Dragon mirando a su victima y cerrando la puerta de la habitación.

- Aléjate, será mejor que te vallas, mi esposo no tardará en llegar y tu destino no será otro más que el de la muerte – Ailish temblando lo amenazaba con una espada, pero ella más que nadie sabía su trágico final.

- Mam..- Cinnia tapo la boca de su hermana para que el Dragon no las escuchara.

El dragón sin esperar un minuto más, empujo de un solo manotazo la espada, dejando completamente desprotegida a su presa. Luego se acerco a la reina y con su fuerza, hizo que la reina terminara en el piso. Maya al darse cuenta de las intenciones del Dragon, salió y trato de ayudarla, el Dragon al verla la empujo contra un mueble provocando que se golpeara la cabeza y quedara inconsciente.

OCTAVIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora