Starbucks Coffe

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No era un secreto que al ganar tanto dinero ambas chicas de vez en cuando quisieran consentirse con alguna comida o un café de una famosa cadena de cafeterías. Era jueves por la mañana apenas la ciudad estaba despertando o la mayoría, al menos una parte apenas iría a la cama a descansar.

Tina estaba cansada había sido una larga noche de trabajo así que necesitaba un café, muchos pensarían que una stripper en su día a día se viste igual que en su trabajo pero ella siempre se vestía como si fuera a entrenar o hacer ejercicio, sin maquillaje, con lentes de aumento ya que estaba algo ciega, conjunto deportivo negro claro que si. De marca. Con tenis cómodos, en definitiva lo último que quería era estar más descubierta afuera del lugar.

La fila era algo larga que casi estaba cabeceando no se fijo que por accidente chocó con la persona delante.

–¿Oye que te pasa? –pregunto el hombre de adelante con un tono bastante molesto

–Lo lamento yo...

–Lo siento señor es que mi novia regresó de un viaje y esta exhausta, a veces se queda dormida parada –dijo la pelirroja sosteniendola de los hombros mientras tenía una sonrisa

–Cuida que su maquillaje no manche mi traje

–Por supuesto

–¿Como sabias que estaba aquí?

–No lo había notado hasta que... –decía Victoria pero pronto noto que su mirada estaba algo abajo para poder ver a la rizada

–¿Que me estas viendo?

–Lo lamento te recordaba más alta, pero aún así eres bonita y tienes bonito cabello

–Claro es fácil decirlo cuando mides...¿Uno ochenta? –respondió Tina algo molesta

–Uno setenta y nueve

Victoria solo río ya que en realidad si media más del uno ochenta su familia era muy alta pero aún así usaba tacones para lucir algo imponente ante los demás. Cuando pidieron el café dijeron al unísono su pedido se quedaron viendo entre sí ya que era casi imposible que lo pidieran igual el chico que atendía no dijo nada y tomó la orden cuando ambas dieron sus nombre el joven les dedicó una mirada algo sospechosa. Mientras Tina buscaba su tarjeta Victoria ya tenía la suya así pagando ambos cafés y haciéndolo pensar que eran pareja.

Salieron del lugar pero Tina la detuvo para agradecerle por lo que había hecho.

–Gracias de nuevo

–De nada, voy al trabajo, ¿Necesitas que te acerque a casa? –ofreció la pelirroja con una sonrisa

–Tomare el metro –respondió la rizada con seguridad

–De acuerdo –asintió Victoria abriendo su auto. Un hermoso auto Audi deportivo de color negro, esto obviamente hizo voltear a Tina, ahora viajar con Victoria no sonaba mala idea Victoria lo noto así que le abrió la puerta –Cambiaste de opinión

–Me dejaras una cuadra antes, nada de preguntas personales y es todo –dijo Tina algo nerviosa

–Claro soy servicio de Uber

La joven subió al auto y le dijo la dirección Victoria iba conduciendo con atención pero apenas se detenía recibía una llamada del trabajo, veía que cada que se detenían hacia un par de cosa y después prestaba atención al camino, se sorprendió que no chocarán o si quiera se moviera fuera del carril. Cuando llegaron al lugar Victoria se detuvo y se bajó antes que Tina para abrirle la puerta como toda una caballera.

–Aquí es

–Gracias –agradeció la menor y volteo a ver esos ojos azules tan hermosos –Ojalá pudieramos vernos otra vez

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