Victoria amaneció en su cama con una botella vacía de Don Julio y mucha resaca, se despertó cuando sintió lenguetasos de su perrita Sky.
–Hola amiga ¿Tienes hambre? Si yo también –dijo Victoria algo adormilado
Sirvió la comida de Sky y también la suya y comenzó a comer algo extraño o bueno fue que cuando adoptó a Sky estaba sensible por su ruptura así que la perrita siempre la animaba y hacían muchas cosas juntas.
Se dio una ducha pero mientras lo hacía estaba recordando que hizo anoche. Cuando lo recordó también lo hizo de la chica. No pudo evitar sonreír de manera algo maliciosa, pensó que quizá podría verla otra vez esa noche.
Cuando cayó la noche se dirigió al lugar pero para evitar algún problema se visitio como un chico, camisa holgada, pantalones algo flojos con un cinturón de estoperoles, chaqueta café y para dar un toque especial gafas oscuras y una gorra, sería el disfraz perfecto aunque en el club no distinguían de género clientes eran clientes.
Victoria entró al lugar sin problema aunque varias mujeres estuvieron coqueteandole ella buscaba a una en especifico. Pidió una bebida algo ligera y fue paseándose por el lugar hasta que la vio.
Bailaba en ese tubo como si lo hubiera hecho desde ya hace mucho tiempo. Victoria se sentó a observarla más, vestia de un conjunto plateado con diamantes y tacones altos y a pesar de que fueran transparentes tenían un efecto tornasol, ese día tenía el cabello lacio por lo cual ahora era muy largo.
Después de verla pidió un privado con ella claro que cuando la joven stripper aceptó y la llevó al lugar se sintió nerviosa, su cabeza se llenó de ¿Que pensaría? Pero al estar ambas a solas penso que haría la misma rutina pero esta vez comenzó sentándose encima de ella, Tina se atrevió a quitarle los lentes y la gorra.
–Por poco me engañas de que eras un hombre de treinta pelirrojo e infeliz –dijo la más joven con un tono un poco burlón
–Al menos una de esas cosas es mentira
–¿Cual?
–Que soy hombre, tengo veintinueve el próximo mes treinta y soy pelirroja natural –dijo Victoria algo ofendida
–¿Que haces aquí?
–¿Acaso una lesbiana no merece divertirse?
–¿Fui tu última opción? –pregunto algo bromista pero en el fondo quería equivocarse
–En realidad la primera, si hubieras sido la última hubiera llegado a las tres de la madrugada
–Que graciosa, ¿Que te gustó?
–La bailarina –respondió Victoria haciendo sonrojar a Tina
–Hay chicas con atributos más grandes
–Mi padre una vez dijo no importa el arma mientras sepas manejarla, y creo que esta arma si me gusta
–Ayer estabas más calladita –mencionó la rizada algo molesta
–Supongo que si, pero vine por otro baile y no me iré sin el –dijo la pelirroja algo bromista pero Tina dejo caer todo su peso en Victoria causadole un poco de dolor en su pelvis –Cambie de opinión
–Lo siento pero no me gusta hablar en mi trabajo
–Pensé que te agradaría descansar
–Si descanso se van posibles billetes –dijo Tina segura de ella y Victoria como respuesta le dio un fajo de billetes –¿Donde trabajas?
–Soy abogada, una de las mejores de la ciudad
Tina río un poco, sabía que si alguno de los guardias veían que solo hablaban entonces las sacarían así que bailaria mientras conversaban. Victoria esta vez se enfocaba más en su rostro que en su cuerpo, tenía poco maquillaje claro nadie las veía directamente a los ojos pero Victoria estaba encantada ya que eran un café oscuro que le recordaba al dulce calor de un café por las mañanas. Tina también tenía prohibido analizar cada facción de sus clientes pero el ver los ojos tan azules de Victoria la dejó fascinada. Otra vez el tiempo se había agotado así ambas se despidieron y cada quien volvió a sus asuntos pero en definitiva algo hormigueaba en sus estómagos y no fue el alcohol que consumieron quizá era algo más.
Habían pasado algunos días y ya no lo veían extraño o raro el que hablaran al final Victoria pagaba y Tina hacia su trabajo.
Victoria una noche solo estaba dando vueltas en la cama. Su mente no paraba de divagar y pensar, pronto recordó de ese lugar que había estado visitando con algo de frecuencia así que tomo una pequeña ducha se vistió y tomo sus cosas. Cuando llegó al lugar pidió el privado con la chica así que la pasaron a una de esas habitaciones y en menos de cinco minutos llegó Tina, hoy traía una peluca gris lucia como su cabello real.Vestia un conjunto rojo con bastantes brillos y traía tacones negros. Victoria sonrió a lo que Tina también lo hizo, comenzó su rutina por cuestión de seguridad.
–Dime ¿Ahora que paso?
–No podía dormir –dijo Victoria con una sonrisita
–Ah ¿Y yo te doy sueño? –respondió la joven con una sonrisita
–No, solo no se –dijo la pelirroja volteando su mirada hacia abajo pero la bailarina tomó el atrevimiento de levantar su mentón
–Bueno disfrutalo, aunque has venido aquí desde hace un mes
–¿Y no tienes clientes que vienen todos los días?
–No, vienen cada quince no cada ocho
–Lo siento, pero estando soltera tengo mucho dinero
–¿No tienes que gastar en ropa, cuentas, algo más un perro o gato? –pregunto Tina sorprendida
–Solo una perrita pero es muy pequeña así que no necesita muchas cosas
–Claro chica pelirroja
–Me llamo Victoria –dijo Victoria estirando su mano para estrecharala con la joven
–Bueno yo me llamo Tina –respondió la joven estrechando la mano de Victoria pero se dio cuenta de que dijo su nombre y comenzó a entrar en pánico –Ay mierda no, no, no, olvídalo por favor mejor dime gatita
–Lindo nombre gatita –dijo la pelirroja con un tono bajito
Tina guardó silencio unos minutos ya que no podía decirle su nombre a los clientes. Cuando termino Victoria le pago pero la joven rizada rechazó su dinero pero Victoria insistió era el trabajo de la joven. Tina aceptó el dinero y continuo trabajando.
Cuando Tina llegó a casa vio que Denisse no estaba así que aprovecho para esconder sus ganancias. Después de separar el dinero fue a ducharse y descansar un poco de esos malditos tacones de más de diez centímetros.
Se vistió con una pijama algo floja y se acostó en la cama a terminar de ver aquella serie, aún mantenía algo de contacto con Fran así que a veces se llamaban.
Tina estaba hablando con Fran cuando Denisse llegó a casa con el almuerzo lo dejo en la mesa y fue a recostarse a lado de la rizada.–¿Con quien hablas? –pregunto Denisse algo celosa
–Fran, una amiga –dijo Tina colgando el teléfono y recargandose en el hombro de su novia
–Estaba pensando en ir al parque por un helado
–Vamos mi vida
Tina se levantó se cambió de ropa. Se vistió con una blusa de tirantes y un pantalón algo ajustado con un par de tenis blancos pero esto no le gustó a Denisse, como era de esperarse la rubia hizo sentir mal a Tina y la menor fue a ponerse algo más. Se puso una sudadera que le pertenecía a John.
Mientras estaban en el parque una perrita San Bernardo se le acercó a Tina. Denisse no aguantaba a los perros así que la espantó y la perrita salió corriendo. Claro que como siempre con cada paseo regresaban a casa y había muchos celos por parte de Denisse hacia Tina.
La rizada ya no aguantaba más a su novia o quizá ya había llegado la persona indicada, alguien que la amara tal y como era.
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Little Girl
RandomEs tierna esa chica, era lo que pensaba Victoria. Es una tortura mental el tratar de resistirme a ti. Era una joven que no merecía vivir esas experiencias pero aún así logró salir adelante. La otra parte era una adulta con grandes sumas de dinero y...