Capitulo 9

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ELIZABETH

Mi primer día de clases.

Me sentía rara. Era raro no estar con mis amigas de siempre - que digamos no tenía muchas amigas, la única realmente era mi amiga es Emma, pero nos juntábamos en grupito - ver a los grupitos de niñas por los pasillos, y a mis compañeros haciendo bromas, a los maestros uno que otro. En fin no conocía a nadie.

Iba a mi salón donde me tocaba la clase.

El salón era un poco grande y estaba el salón como si fuera una sala de cine, los asientos estaban hacia arriba y el profesor estaba hasta abajo con su escritorio y el pizarrón atrás de él.

Me senté en medio de todas las filas pero más pegada a la orilla izquierda.

La clase había empezado hace 7 minutos y sinceramente ya me quería ir.

Justo cuando la puerta se abre y llegan un grupo de amigas, ella. Era ella, la amiga de Marco, era un de las que veía en ese grupo.

-Señoritas, llegan tarde- dijo el profesor.

No dijeron nada, solo se escuchaban risitas.

-Pasen, no me hagan perder más tiempo.

Se sentaron unas bancas atrás de mi, y más hacia la orilla derecha. Ella no me saludo, creo que ni siquiera me había visto. Lo mismo me daba.

Cuando terminaron un par de clases fue recreo. Por fin, el momento más esperado del día.

Cuando vi a Jacob. Fui hacia él, hacia mucho que no hablaba con él, desde la graduación no lo había visto. El era un chico unos centímetros mas alto que yo, de cabello negro lacio, ojos café oscuro.

Desde la graduación no lo había visto. Si me seguía gustando pero ya no como antes, creo que me dejo bien en claro que no me quería y hay que aceptarlo, no puedes obligar a nadie a amarte.

Estaba en el proceso de olvidarlo.

Me acerque y amablemente inicié la conversación.

-Hola.

-Elizabeth- dijo sorprendido-. Hola.

-¿Que tal todo?

-Pues bien, ¿Y tú?

Era raro hablar con él, casi siempre que intentaba hablar con él o me ganaba la pena o el no estaba muy entusiasmado de hablar conmigo.

-Igual, no he hecho nada fuera de lo normal. No me hice famosa ni nada.

-Pues la mayoría- levantó los hombros riéndose.

Después de un rato de estar en silencio incomodo hablé.

-¿Y eso?, no sabía que venias aquí a esta universidad.

-Ni yo, pero al final me decidí por venir aquí.

-Que bueno.

Me estaba muriendo de hambre, no había comido nada antes de venir.

-¿Ya desayunaste?...- me atreví a preguntar.

-No ¿Y tú?

-Tampoco- respondí.

-Pues bueno, ¿quieres ir a desayunar a la cafetería de la escuela?- me invito.

-Sí, vamos.

Fuimos a la cafetería. Jacob pidió un lonche y un yogurt, yo unas galletas y un chocolate caliente. Y nos sentamos en una mesa afuera de este lugar.

-Te acuerdas cuando una vez te caíste en la escuela en el lodo- dijo riéndose mientras daba un bocado a sus galletas.

-¡SIII!- dije con coz chillona- que recuerdos.

Antes de que digas adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora