Capitulo 10

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ELIZABETH

Me di cuenta que Marco sabía de la cocina, y se notaba que sabía de lo que hablaba todo lo que decía tenía sentido.

-Oye, no conocía esa parte de ti, no sabía que cocinabas.

-Pues, no soy tan bueno cocinando, pero si me gusta a veces cocinar- dijo.

-Pues me vas a tener que enseñar.

-Si porque eso de aventar harina a la cara de las personas no dice bueno de un cocinero.

-Ey, se me fue poquita- dije inocentemente.

-Si tanto que termine todo lleno de harina hasta el pelo.

-Pero tú también me echaste a mí, así que quedamos empatados.

-¿Empatados? No, esto no se va a quedar así.

Y me hecho más harina, y yo claramente lo fulmine con la mirada y terminamos haciendo un completo desastre de mi cocina, bueno, si es que ahora se le puede llamar cocina.

Después de un rato de estar jugando en la cocina Marco y yo, por fin fuimos a ver la película.

-La voy a iniciar de nuevo- dije.

-¿Segura?

-Sí, no llevaba tanto de la película, para que tu también la veas desde el inicio- y puse la película desde el inicio.

Las crepas, uy, se me habían olvidado.

-Voy por las crepas.

Traje las crepas y las comimos mientras veíamos la película. Marco la cambio y estábamos viendo una que según era de las mejores de distopia. Creo que se llamaba los juegos del hambre.

Estaba a punto de llorar en una parte pero me dio pena con Marco, era muy vergonzoso que me viera llorar por algo que ni siquiera era real, que pensaría de mí. Así que me aguante las lágrimas.

Yo siempre era de esas personas que lloraba en las películas o libros cuando pasaba algo muy bonito o algo triste.

-¿Por qué no me pasan cosas así?- lo mire. Aunque no respondió a mi pregunta.

Era muy tierno como Peeta la protegía y como la abrazaba y la quería y todo. Y como Katniss lo cuido cuando estaba mal. Era demasiado bonito.

-¿Qué tal se te hiso la película?- dijo una vez que finalizo la película.

-Una de las mejor que he visto, creo que la voy a volver a ver.

-Hay más películas aparte de esa, ¿sabías?

-Enserio- hablé sorprendida y a la vez emocionada.

-Sí, checa.

Agregue las demás películas a mi lista.

Dios, ya era noche. Pero como, si la película no había durado 4 horas.

No se te olvide que te la pasaste jugando con Marco.

-Ya es tarde- trate de decir amablemente sin correrlo.

-¿Y qué?

-¿No tienes cosas que hacer?

-Estar solo en mi apartamento aburrido. Eso.

Entonces vive solo en un apartamento, valla, estaba igual que yo.

-Bueno, si tu vas a estar solo y aburrido y yo igual pues veamos otra película- propuse y acepto.

Estábamos viendo los juegos del hambre en llamas.

Antes de que digas adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora