Capitulo 13

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ELIZABETH

Entrenando tenis con Marco.

Esto no podía ser peor.

¿Porque siempre que discuto con Marco el siempre sale ganando?, SIEMPRE.

-Ya, no quiero jugar- camine hacia las bancas para sentarme.

El rió- Ya, ya, está bien- se sentó a mi lado.

Lo mire con una cara de que lo iba a matar en ese momento- Mira marquito.

-Joder, no me digas Marquito.

-Marquito.

-Elizabeth, no.

-Mar-qui-to- dije con una dulce y encantadora voz y pestañee rápidamente sonriente.

-Mira Elizabeth- me advirtió.

-Ya, ya, está bien.

***

Estaba en clase y no había puesto nada de atención sinceramente. Estaba en juego de miradas con Jacob, dios.

Mi mente estaba como: ¿Me estas coqueteando?

Sonreía mientras me veía.

¿Yo? Derretida.

Es que, AAAAAAHHHHHH, como se veía tan bien.

Duramos así hasta que se acabo la clase. Recogí mis cosas para ir a la cafetería e ir a con Jacob. Pero no lo vi, seguro lo iba a ver en la cafetería.

Estaba en un pasillo y se me une.

Dios mío, dios mío. Calma Elizabeth, calma.

-Oye ¿Quieres desayunar conmigo?

-Claro, de hecho te iba a pedir lo mismo.

-Bien, pues vamos.

Caminamos hasta llegar para desayunar.

-¡Jacob!- la saludo una muchacha.

-Ey, ¿Cómo andas? El otro día...- el empezó a hablar con ella.

Pensé que iba a terminar de hablar con ella y me iba a prestar atención. Pero no fue así.

Estaba tomando mi desayuno y la otra muchacha fue por el suyo-Jaco...- no termine, otra chica se acerco a él y empezaron a platicar.

Genial.

Seguí a Jacob a cualquier lado que iba, estando ahí a un lado de él.

Estaba a punto de decir que en donde nos podíamos sentar, pero él seguía platicando. Después de un rato de estar parados ahí se digno a hablar.

-Vamos a sentarnos- hablo en general.

-Sí. Lo que pasa es...- la chica seguía platicando. Bueno ya no nada más era una, eran muchas.

Fuimos a sentarnos a una mesa, en medio de todos estaba Jacob, estaban unos amigos de él y otras chicas.

Ni siquiera se había preocupado por tenerme cerca de él, no, yo estaba en una orilla. Sin hablar con nadie. Y los que llegaban a hablarme eran chicos que aunque yo dijera que no quería nada por ahora ahí estaban.

Pues empecé a desayunar sin mucho ánimo. Ya no tenía ganas de desayunar. Comía lento.

No entiendo, hace poco estaba mirándome con esa sonrisa encantadora, que me derritió y ahora no me había dado ni una sola mirada, el estaba centrado platicando con las demás chicas y sus amigos. ¿Dónde quedaba yo?

Era raro. ¿Porque a todos les empezaba a gustar?, ¿Que tenia?

Y si, sentía feo al rechazarlos. Podrían llegar a decir que soy muy mamona, tal vez lo soy. Pero no iba a andar con nadie que no me gustara, solo los ilusionaría y les diría que sí, cuando en realidad no siento nada.

Llevaba muy poco de mi desayuno. Pero hice todo el intento por comerlo.

Le mande mensaje a Emma, pero estaba ocupada, así que me la pase mirando a lo que pasaba al rededor.

Las siguientes clases me las pase sin mucho ánimo, pero el estar con Victoria me animaba.

Victoria era de esas personas que por más triste que estés siempre te saca esa sonrisa. Sus palabras raras que usaba, como hacía sus gestos. Era tranquilizador pasar tiempo con ella. De las clases no había entendido nada, solo me la pasaba hablando y riéndome con Victoria.

Me encontré a Marco por los pasillos, pero nada más lo vi. No me pare a saludarlo.

Llegue a mi departamento y llegue directo al sillón, deje caer todo mi peso en el. Me quede un rato mirando hacia el techo. Me quede un rato platicando con Emma y mamá.

En realidad mi departamento no estaba grande. Entrabas y estaba un pasillo pequeño, estaba la mesita- yo le llamo la mesita de los tiliches ya que ahí dejo todo- y el baño. Después te encontrabas con la sala, la cocina seguida de la sala y una recamara ahí tenía un baño personal.

Los colores que predominaban el departamento eran el blanco, café chocolate y beige.

En la sala no tenía nada decorado, ni en mi recamara. Tenía un peinador solo. En realidad no me preocupaba mucho por esos detalles.

En la noche no pude dormir, me sentía cansada pero aun así no podía dormir. Así que hice lo que dijo Marco.

Mire hacia las estrellas.

Esto era relajante, deje de darle vueltas al asunto de Jacob y me concentre solamente en las estrellas, la obscuridad de la noche y la luna.

Mire cada una de las estrellas, según yo las iba contando de una en una pero me perdí mirando todo. Creo que jamás me había dado cuenta de lo hermoso que era la noche.

Una lagrima rodó por mi mejilla, no se por qué. Pero salió sola.

No me di cuenta a qué hora me dormí, me perdí en ver el cielo.

Nota de la autora: Jelooouuu.

Como andamos. Después de dos semanas les subo capítulos. Juas juas.

¿Qué tal el cap de hoy? Que opinan.

¡¡¿Comenten y voten!!

Hoy también subo otro cap, así que ve y léelo, les va a encantar :))

-Fátima.

Antes de que digas adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora