Capitulo 7

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ELIZABETH

Ya que terminamos Emma pasó a recogerme, se iba a quedar conmigo dos días ya que tenía que hacer más fotos y mi departamento estaba cerca del lugar.

-¿Contenta?- me dijo Emma con su sonrisita al llegar al coche.

-Agh- voltee los ojos.

No dijimos nada durante unos minutos. Pero me entro hambre.

Como siempre.

-Oye, ¿ya cenaste?- pregunte

-No, de hecho, justo te iba a decir que si querías pizza, cuando venía de camino vi una pizzería, ¿quieres?

-Sí.

Pedimos la pizza de peperoni por teléfono para que la fueran preparando.

-¿Oye y donde queda?

-Mm... No sé cómo se llama la calle, pero a un lado hay una cafetería.

Recuerdo que muchas veces intentamos hacer pizza pero como ya se imaginan quedaron fatal, hasta que después nos rendimos, ninguna nos salía. O sabía mal, o se nos quemaba, o la masa nos quedaba seca. En fin, nunca nos quedaba buena.

-Yo voy por la pizza- dije.

Me di cuenta que la cafetería era la misma en la que conocí a Marco. Maldito Marco, porque estoy pensando en el.

Como todavía no estaba pase a la cafetería y pedí mi chocolate caliente, como de costumbre.

Al llegar al departamento vimos que enfrente y a las dos puertas a la izquierda estaba una chica que parecía que se acababa de mudar, supongo eso por que tenía sus maletas afuera y estaba sola.

-¿Le preguntamos si necesita ayuda?- le dije a Emma casi susurrando para que la otra chica no nos escuchara.

-Si- dijo en el mismo tono que yo.

-Hola, ¿necesitas ayuda?-mi tono fue más amable que de costumbre.

-Hola, pues...- pensó un momento- es que al intentar meter la llave para abrir la puerta, se quedo la mitad de la llave adentro- se veía avergonzada.

-Oh- dije preocupada, mire a Emma y le dije a la chica- ¿Quieres pasar la noche con nosotras?, y tenemos pizza para cenar- sonreí.

-Está bien- dijo un poco animada.

Vimos una película y Emma hiso agua de Jamaica, era la única agua que le quedaba buena, de ahí en más, ninguna. Horribles.

En realidad era yo siempre la que cocinaba, no me quedaban las cosas de maravilla pero si mucho mejor que a Emma.

Después nos fuimos a acostar a dormir.

-Acuéstense en la cama, yo duermo en la colchoneta en el suelo- dijo ella.

-Como vas a dormir en la colchoneta, no, eres nuestra invitada.

-Por eso.

-No, de eso nada.

-Ustedes arréglense, me dejan lo mejor-sonrió Emma cruzando las piernas.

-Ah- dije en tono agudo levantando las cejas.

-De verdad, no se preocupen, no me pasa nada si duermo en el suelo- dijo la vecina.

-De eso nada.

Después de un rato de discutiendo por quien se iba a quedar en la colchoneta y quien en la cama terminamos todas en la cama.

-Y que vas a estudiar- me pregunto la chica.

-Contaduría. ¿Y tú?

-Lenguas extranjeras.

Antes de que digas adiósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora