i. evans family

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i. CHAPTER ONE
evans family
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LA TENSIÓN SE PODÍA SENTIR en una de las habitaciones de la casa Evans. Los rayos del sol se colaban por la ventana que estaba sucia por las gotas de agua, consecuencia de la reciente lluvia. En medio del cuarto se encontraban dos chicas mirándose fijamente con expresiones serias, sentadas sobre el suelo.

Raven observó a su acompáñate con una ceja alzada cuando esta hizo una mueca. La ojiazul se divertía viendo la expresión fastidiada de la pelirroja, quién parecía querer lanzarle una almohada a la cara.

— Raven... — advirtió mientras la miraba seriamente. La pelinegra sonrió de lado.

Realmente parecía dispuesta a lanzarle algo.

— Lily... — comentó con burla.

— Eres insufrible — resopló. La pelinegra se rió levemente —. ¡Solo tira la carta!

Raven ladeó la cabeza y volvió su mirada a las cartas que tenia en su mano. Las observó atentamente mientras su cabeza pensaba en los posibles rumbos del juego, con varias tácticas de estrategia. Achinó un poco los ojos y su expresión neutra pasó a ser determinada, cuando agarró tres de sus cartas y las colocó en el suelo.

La pelirroja miró las cartas con el ceño fruncido y observó las suyas rápidamente, pensando con cuál de ellas debía de proceder. Un poco dudosa, pero con una sonrisa, tiró dos de ellas.

Raven sonrió.

La ojiazul mostró sus cartas restantes, justo como había planeado que sucedería hace unos segundos.

— Pero — Lily Evans observó las cartas con incredulidad —. ¡No puede ser que siempre ganes! — la pelinegra rió y le guiñó un ojo.

— Después de doce jugadas, pensé que ya había quedado claro.

— No jugaré más contigo — la pelirroja negó con la cabeza, mientras reía.

Raven hizo un puchero por sus palabras.

— Y yo que quería empezar a apostar — suspiró.

— Oh no, solo un tonto apostaría contra ti en este juego — señaló mientras juntaba las cartas —. Y no pienso gastar mis galeones.

— Adoro que seas tan inteligente, pelirroja.

Siguieron riendo mientras ordenaban la habitación de la gryffindor, debido al desorden que habían hecho mientras jugaban. Raven tarareaba la canción que salía del tocadiscos mientras se acercaba a este, para sacar el disco que estaba sonando.

— Ya paró de llover — comentó Lily mientras miraba por la ventana.

— ¿Quieres salir? — preguntó Raven mientras observaba los discos, decidiendo cual colocar.

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