ii. strange situation

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ii. CHAPTER TWO
strange situation
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LA DISCOTECA ESTABA LLENA de gente; algunos bailaban en medio de la pista al compás de la música y con sus tragos en mano, ocasionando que varias gotas del contenido cayeran al suelo. Otros se encontraban en la barra hablando a gritos, consecuencia de la música tan alta, y algunas parejas se besaban contra las paredes de los rincones más oscuros del lugar. El calor se podía sentir aún estuvieras en el baño, a decir verdad, la humedad estaba en el aire junto con el olor a alcohol, generando un aroma algo desagradable. Las luces de colores nublaban un poco la vista, por lo que varias personas se chocaban entre ellas mientras caminaban o bailaban, con la música resonando en todo el lugar de forma ruidosa.

Un chico castaño observó a sus amigos mientras tomaban sin parar en la barra y uno de ellos se la pasaba coqueteando con cada chica que pasaba a su lado, aceptando irse con ellas un rato y luego volver con sus amigos sin querer dejarlos solos. Negó con la cabeza al ver como su amigo con lentes intentaba caminar hacia él y se tambaleaba, aunque agradecía que se encontraba más cerca de la sobriedad que la inconciencia.

No podía decir lo mismo de su amigo pelinegro que seguramente no recordaría nada de ello por la mañana.

Remuus — lo llamó algo atontado.

¿Qué pasa, James? — preguntó algo divertido al verlo de aquella forma.

Siento que voy a vomitar.

No me sorprendería.

James frunció el ceño.

— Chicos — los llamó Sirius Black desde su asiento en la barra — ¿Se acuerdan mi apellido? — preguntó riendo.

— Es Black, Sirius — respondió Remus con confusión.

— Ah, es que soy daltónico.

Remus observó con cara de póker como su amigo se reía con fuerza y se caía de su asiento, mientras James se carcajeaba por lo malo que había sido el chiste. Remus no podía entender como alguien podía tomar tanto y aún así no caer desmayado. Suspiró y se acercó a ayudar a Sirius, pero este comenzó a tambalearse cuando logró ponerse de pie, y se chocó con una chica que caminaba a su lado. Esta se giró rápidamente al sentir el golpe y sostuvo al pelinegro quien estaba a punto de caerse nuevamente.

Azul contra gris.

Gris contra azul.

Las constelaciones gritaban de alegría.

— Usualmente soy yo quien sostiene a las chicas — comentó Sirius mientras parpadeaba con rapidez. La chica frunció el ceño.

— Ah, ¿sí? ¿Y cómo te va con eso? — alzó una ceja. El gryffindor solo miró sus ojos.

𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒 ━━ merodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora