Capítulo 23

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"Recuerda que tú también puedes romperte por más fuerte que aparentes ser"


CAPITULO 23


AARÓN KOCH


—Debes alejarte de mi hija, tu presencia está ocasionando muchos malentendidos, no quiero que le rompas el corazón a Elle —dio un suspiro y continuó —. Es cierto que al principio te acepte porque eres el hijo de Cameron, pero si lo hice fue porque vi potencial en ti, pero todo lo que has hecho es herirla y no quiero que esto siga sucediendo.

Por unos instantes me detuve a pensar con cuidado las palabras del padre de Elle, con unas pocas arrugas en su rostro, su piel pálida al igual que la de Elle. El enojo que sentía se esfumó al instante en que el señor David pronunció algo que jamás espere que sucediese.

—¿Por qué debo hacer lo que me está pidiendo? —relajé el tono de voz, debía seguir y exigir explicaciones al respecto —. Le aclaro que si es por la señora que se encuentra en su cocina, no tengo nada que ver con esa señora, hace mucho tiempo que no tengo madre y que se aparezca de la nada, no cambia algo.

Mi rostro todo lo que expresaba era incertidumbre, aún no podía procesar las palabras de este señor o el hecho de que mi madre, la cual se fue hace años sin dejar rastro de ella, se aparece de la nada queriendo casarse con el papá de Elle.

—Sé lo que hago joven Aarón, además el hecho de que tu madre se haya aparecido, no cambiaré de opinión al respecto —confesó seguro.

Egoísta de mierda.

—¿Cómo sabe que Elle no se opondrá? Es una completa locura lo que usted piensa hacer, Emily, Liam y yo nos opondremos a esto —contraataqué.

El señor David por unos instantes ha quedado pensativo y asintió levemente con la cabeza.

—Sé todo de ti, Aarón. Mataste a tu amiga Stefany —pronunció con severidad.

Me quedé inmóvil, mi rostro pareció en blanco porque el señor soltó una risa por lo bajo, —Lo sé chico, tengo gente que investiga y claro que tengo que saber los antecedentes del novio de mi hija, la chica pasó antes por esto y no voy a permitir como padre que suceda nuevamente.

—Yo...no....—tartamudeé sin formar palabras concretas, no sabía que decir al respecto de eso, me llevaba ventaja.

—Al principio creí que eras un chico de bien, pero eres un asesino que por venganza mató a su amiga ¿Por qué? Tus razones tendrás —pausó por un momento, se ajustó su chaqueta con leves golpes firmes —. No voy a denunciarte, pero tampoco quiero que estés cerca de mi hija, si sigues cerca de ella, me veré en la obligación de decirle todo, al fin y al cabo, seremos familia de muchas maneras, ¿no?

—No puedo hacerlo —expliqué—. No puedo alejarme de ella, me necesita y yo la necesito a ella.

—No pueden estar juntos, el destino no está a su favor porque así he de imponerlo, eres una mala influencia para ella —pausó por un momento, reflexionó por un instante—. Esto no se lo digo a muchas personas, pero debes saber que Elle puede morir. Cualquier problema por más pequeño que sea puede afectar su corazón.

—¿Que? —solté confundido, sabía que tenía alguna enfermedad, sin embargo, jamás me imaginé que sería cierto que podía morir.

Entonces recordé todas aquellas veces que la observaba de lejos viéndola llorar hasta quedarse sin lágrimas. La mayor parte de la hora del descanso lloraba sin que nadie la viera.

Oscuridad en tu mirada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora