"El Cielo En Tus Ojos" | MEARIRI

17°

POV Ririka Momobami

Los sentimientos múltiples que uno puede sentir por algún momento o experiencia es simplemente magnífico.

Acababa de entregarme en cuerpo y alma a la persona que quería, mi interior estaba lleno de múltiples sentimientos.

La sensación de ser querida en todos los sentidos no la podía comparar con alguna otra sensación.

Ambas estábamos desnudas en la cama mirándonos fijamente mientras solo escuchábamos los golpes provenientes del otro departamento de al lado.

-Mary creo que si despertaste a tus vecinos- Solo solté una risa mientras ella solo me miraba con la cara de sorpresa.

-¿Crees? – Su rostro estaba rojo por vergüenza.

-Supongo...o ¿Por qué golpearían la pared? - Solo podía seguir riendo por la situación.

-Pero da lo mismo mis vecinos son dos fracasados que seguro no tiene una vida- Soltó un suspiro mientras que con su mano acariciaba mi mejilla.

-No quiero dormir por que quiero seguir viéndote, pero el sueño me está matando- Ahora fue el turno de ella de reírse mientras se acercaba más a mi.

-Concuerdo, aparte mañana hay escuela-La abrace tan fuerte como pude y la acerque a mi como fuera posible.

-¡Maravilloso! ¿Tenemos que ir? – Podía escuchar su voz de niña enojada lo que solo causó que riera.

-Tu te puedes quedar en cambio yo no tengo opción- Era verdad por mucho que deseara quedarme abrazada a ella todo el día mi deber no me lo permitía.

-Bueno... mañana iré a un que no quiera-Reí ante su actitud de enojo y berrinche.

-Descansa-Poco a poco el sueño me empezó a vencer sentía los párpados pesados hasta que por fin cerré los ojos.

Tenía todo me sentía afortunada mi corazón había ganado algo que era maravilloso.

Sentía la felicidad completa, la alegría se recorría por todo mi cuerpo, mi corazón no dejaba de latir rápido esto era adrenalina pura.

Me sentía yo misma después de varios años, por fin tenía la voluntad de lo que quería sentir de lo que quería realmente en mi vida.

Valoraba y quería a la persona que tenía abrazando ahora misma.

Era tan fácil para mí quererla quería decirle gritarle que estaba enamorada ella... pero todo tenía su tiempo.

Las horas pasaban y mi cuerpo se sentía liviano, pero también me dolía el pecho y sentía molestia en mi cuello.

Me moví un poco y sentí la cama vacía lo que hizo que despertará de golpe, me incorpore un poco y note que Mary ya no estaba.

Mire la hora y me había despertado justo a tiempo para que pudiera llegar a la Academia.

-Maldición- Note que lo único que me cubría el cuerpo era una sabana.

Me levante de la cama y camine al espejo que había en la habitación y valla sorpresa que me lleve.

Mi cuello tenía marcas moradas y mi labio tenía una fina mordida pero también estaba rojo y hinchado.

Mi pecho no estaba en mejores condiciones, alrededor de mis senos estaban las marcas moradas y la mayor parte de ellos estaban rojos.

Sabía que esas marcas no serían visibles con el uniforme y la mordida en el labio la cubriría mi máscara, lo que me preocupaba eran las marcas en mi cuello.