" 𝑳𝒂 𝑴𝒂𝒈𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝑻𝒖 𝑺𝒆𝒓 " ( harrypotter/crossover)[✓]

=Chapter 17: visitas inesperadas=

Aclaraciones de lectura:

-Letra normal: dialogo, relato.

-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.

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Capítulo 16: Visitas inesperadas.

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Jacob miró con algo de recelo a su pareja. Edward había estado más ansioso de lo normal, desde hace dos días y no se debía a su inminente "alumbramiento", de eso estaba seguro. Porque sí, el bebé dentro de su amante crecía a pasos agigantados e iba a estar aquí en cuestión de semanas y no meses, como sería en un embarazo normal. Al menos tan normal como un embarazo masculino debe ser.

Si bien la idea los había aterrado a ambos (apenas se acostumbraban al hecho de que había un ser creciendo dentro de Edward), se sentían cada vez más preparados para la llegada de su niño. Aunque eso no quitaba la ansiedad.

Pero, como ya dijo Jacob, la mirada en la cara de Edward no tenía nada que ver con el bebé.

—Sí, es por el bebé –dijo Edward, leyendo ese pensamiento en particular de su pareja, aunque desde su embarazo, todos sus poderes provenientes de su estado de vampiro habían disminuido, desaparecido completamente o cambiado.

Por ejemplo, recordarán ahora cuál era el principal: la dieta. Edward necesitaba comer comida humana, caliente, sabrosa y aceitosa al menos dos veces a la semana. Y lo más raro es que no era para él, sino para el bebé glotón en su vientre. Habían llegado a esta conclusión, porque, como vampiro, Edward no defecaba ni orinaba, es decir que esa comida iba directamente al bebé. Otro era su hábito cada vez más seguido de querer tomarse siestas. Edward dormía realmente, al menos tres horas diarias.

—No me mientas en mi cara, Cullen –gruñó Jacob, girando la cara de Edward con un dedo—. Sé muy bien que lo que te pasa tiene que ver con la visión que tuvo Alice hace dos días. ¿Por qué no me la quieres contar? ¿Crees que soy idiota? Somos una pareja, vamos a tener un hijo, creo que debe haber la suficiente confianza entre nosotros como para que me cuentes si hay algo mal en nuestro futuro.

Aunque él no sabía qué podría haber visto la pequeña muchacha parecida a un duendecillo, si supuestamente ella no puede ver a los lobos.

Su amante se zafó del agarre de su amante y volvió a girar la cabeza para no verlo a los ojos.

—Edward –masculló Jacob, perdiendo un poco la paciencia.

—Está bien, está bien –suspiró derrotado. Era tan difícil ocultarle cosas a Jacob, había una fuerza invisible que lo obligaba a corresponder sus demandas. Por más que él quisiera ocultarle cosas (¡por su propia seguridad!) al final siempre terminaba diciéndole lo que estaba mal. ¿Era la imprimación? Bien, maldición entonces. — ¿Recuerdas que una vez te hablé del Volturi?

— ¿De esos vampiros que se creen su gobierno? —preguntó pensativo.

—Uh, sí, la verdad es que yo no lo habría puesto mejor. Ellos se creen nuestros gobernantes, pero no puedo negar que hacen las cosas bien –masculló.

— ¿Y? ¿Qué con ellos?

—Alice tuvo una visión –suspiró—. Parece que les llegó el rumor que con nuestro aquelarre están pasando cosas "interesantes", así que van a mandar a algunos de ellos para que nos vengan a hacer una visita. –Mordió su labio inferior. –Alice dice que llegarán dentro de una semana.