Cuando JiMin aprendió a reír [[KM/YM]]

❝Capitulo seis: planes a futuro❞

Un suspiro abandonó sus labios, mientras sostenía su cabeza con una de sus manos y entre sus dedos pálidos jugaba con un lapicero de tinta negra.

—Bendita materia del demonio. —susurró con ferocidad, casi se podría pensar que lo hacía con un auténtico odio serio.

En general todas las materias eran sencillas de llevar. Tenía que poner un poco más de esfuerzo y horas se sueño en algunas, pero nada malo, al menos a lo que no estuviera acostumbrado desde antes, pues ser un alumno ejemplar en la secundaria tampoco era una tarea sencilla.

No obstante, debía admitir que esa materia en particular la llevaba de mal en peor.

Introducción al derecho. Tenía el nombre de sus peores pesadillas, ni siquiera sabía para qué demonios usaría aquella materia en la parte práctica de su carrera, que era lo que en verdad importaba. ¿Quién le preguntaría tantas cosas de hace miles de años? ¡Nadie! El interés en su carrera era que saque a cuanto delincuente pueda y demuestre su inocencia.

No iría al juzgado a presentar un informe de 3000 hojas respecto a la historia y las primeras tablilla encontradas en Roma.

Unos toques en la puerta le hicieron enderezar la figura y mover la mirada hasta la puerta, murmuró un adelante y desde su incomoda postura deslumbró la anatomía delgada y pálida de su progenitora.

—Oh ¿Estás muy atareado? —Ella miró el revoltijo de papeles alrededor.

Debe admitir que creció una nostalgia única y persistente, que rápidamente ignoró a toda costa y regreso a verle hasta donde YoonGi se encontraba, con ojeras debajo de sus ojos y un semblante demasiado ajeno a lo era un sábado libre con un un ardiente sobre sus cabezad.

YoonGi pensó, bajando su vista somnolienta a la tarea. De sólo verla un punzor atravesó su cerebro, no era muy grato para él salir más allá de la U o el lugar donde hacia de Yoonguicina bailarina —como le había apodado NamJoon—.

Pero hoy realmente no tenía la más mínima intención de quedarse en ese lugar con esa tarea.

«Por último que le den» se quejó hacia su docente.

—No realmente. —respondió cerrando su cuaderno y posteriormente levantándose con cuidado. Su madre dio una pequeña carcajada y negó——¿Dónde vamos? —preguntó con el ceño fruncido al llegar hacia ella.

—Al supermercado, necesito cilantro.

—¿No te traje cilantro la última vez? —arqueó una ceja.

—Pues sí, en efecto. Pero ha pasado casi un mes desde ese día. ¿Piensas que eso es eterno o qué? —Con una sonrisa ladina dejó atrás a YoonGi.

El cual se habia detenido apenas unos pasos.

«¿Tanto tiempo?》estaba sorprendido. 《Hace un mes que lo ví... Wow》

Una sonrisa por lo bajo creció en su rostro y cuando se dió cuenta, se pegó mentalmente.

Tardaron poco a percepción de YoonGi, el tráfico siempre era un problema pero está vez parecía estar de su lado, casi no hubieron percances.

—Tu tío Gyeom estuvo llamando hace poco.

Una sonrisa se acopló al rostro de YoonGi.

—¿Aún desea que le patee el trasero en los juegos?

—¡No seas malhablado! Es tu tío.

—Seamos realistas soy su sobrino cuando le conviene —alegó—. Después prácticamente somos primos, mis amistades lo conocen como tal.

—¿NamJoon?