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Se sentía ridículo por muchas razones, pero el día de hoy -en lo particular- eran por 2 principales razones. La primera era por sus nervios incoherentes por ordenar y limpiar su departamento y la segunda era porque discretamente cada tanto miraba la puerta por si alguien tocaba. Sí, no debía estar así por unas croquetas de perro.

Con su cachorra observándolo extrañada que hasta él mismo siente verguenza, parecía como si la misma Kkuma, lo estuviera juzgando.

Dejando de limpiar trata de calmarse viendo las noticias, mientras, tenía su vista fijada en un pequeño mensaje enviado en la mañana.

Choi: Las croquetas llegaran a las 11.

No faltaban menos de 10 minutos para las 11 y seguía pensando en si debía dar una última barrida a su sala. No entendía el por qué andaba tan nervioso si ;sólo le traería unas croquetas de perro uno de los empleados del ceo, o -bueno- tenía una leve sospecha de que Choi llegara aparecer de la nada, ¿de dónde justificaba esa sospecha? Sonaría tonto, pero soñó con Choi llegando a su casa y él abriendo la puerta encontrándolo semidesnudo para luego...

Bien.

Al parecer su inconsciente seguía recordando aquella fatídica noche y su cuerpo no ayudaba a reaccionar con "miedo" o "repelús", más bien, esta mañana tuvo que bañarse con agua fría... prefería eso a una paja pensando en ugh. ¡Basta!

Acaricia a su cachorra con cariño para llamar su atención, después da palmaditas en el cojín y con una sonrisa observa como la canina empieza a mover su cola energéticamente. Parecía que también quería jugar. Tal vez, ella era la solución a todos sus nervios y problemas.

Tomando un pequeño peluche lo lanza y ve como ella empieza a perseguirlo.

Ambos empiezan a perseguirse y jalonearse por un peluche en medio de la sala con muchas risas por parte del rubio y muchos ladridos alegres de la cachorra. Y sin pensarlo ;ahora la sala inmaculadamente ordenada, tenía uno que otro cojín en el piso algunos trocitos de pedigree por el suelo, pero no le tomaban importancia, tampoco en cómo la cachorra había derramado un poco de agua de su plato que habían las pisadas caninas en todo el suelo. Lo que importaba ahora era ¿atraparla? y quitarle el peluche para seguir con otra persecución.

Teniendo el pequeño cuerpo corriendo delante de él, sigue sus pisadas con risas y cuidado para no resbalarse con los charcos de agua. Realmente, ahora podría importarle menos que Choi Seungcheol, llegara a la puerta de su apartamento. ¿En serio todo este tiempo estuvo nervioso? Mientras reía por sus anteriores pensamientos ,a la vez, que seguía a Kkuma, cree que ya todo está bien porque aquella colita esponjosa era lo único que podría querer perseguir.

*Toc Toc*

Cuando no faltaba nada para alcanzarla suena la puerta y con ello los nervios de Jeonghan vuelven. Mira el desastre a su alrededor y duda en si abrir o no la puerta. ¿Choi Seungcheol estaría afuera? ¿Qué pensarían de su hogar al verlo en desastre? ¿Pensarían que era un irresponsable con su cachorra? No esperó volver en sólo segundos a su estado de angustia, tal vez, tomar esa pequeña decisión le hubiera tomado minutos ;pero una segunda insistencia en la puerta, no le dejó con más opción.

"Jeonghan sólo abre, agradece al empleado y cierras la puerta."

Toma la perilla, cierra los ojos y reza mentalmente.

"Choi Seungcheol no está afuera y tú no estás desnudo."

Necesitaba convencerse que Choi no sería quien esté detrás de la puerta, ni siquiera, que él estaba en paños "menores" para que ocurriera algo extraño. No. Todo sería lo más normal y correcto posible. Los sueños sólo sueños eran, con esa matra en mente, está listo.

fuck romeo and julia.- /jeongcheol/jihan/seoksooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora