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Y tal como lo pensó, Taemin, no regresó.

Esperó días, semanas e incluso meses, pero nunca llegó nada de él.

Ni un mensaje, carta o algo que diera señales de vida ; sin embargo, Seungcheol se negaba a creer que se largara sin tener alguna razón. Buscó en su cuarto por todos los rincones, algo que le diera pistas de él o pequeñas migajas de su paradero. Aun así, estaba sin nada.

Su familia sin su hermano se sentía más fría de lo usual

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 22 días.

Se avergonzaba de sí mismo, de su cobardía y de su falta de voluntad.

Sakura lo llamaba, Mingyu llamaba, su padre, Yawih, su madre, su suegra e incluso su chofer lo hizo. Pero él, solo se refugió bajo la excusa de que le faltaba una firma de un inversor para terminar un "x" contrato, en realidad, sólo se encontraba en un departamento - antes de su hermano- frente a la playa.  El mar parecía tan calmado y suave que en cierta parte envidiaba, por una parte, se refugió allí porque extrañaba ir a la playa y en otra parte porque recordó a su hermano más de lo usual.

Casi 10 años de su desaparición y como una herida abierta seguía ardiendo.

Su nostalgia podría tener muchas razones ;sin embargo, en esta ocasión era porque lo necesitaba.

O quizá sólo nunca maduró y  deseaba refugiarse bajo la espalda de alguien. No lo sabía a ciencia cierta. 

— ¿Dónde estás? — Hizo eco en las paredes mientras veía como muchas de las cosas de Taemin habían sido botadas por su padre.

En los últimos días dentro del apartamento su mente decidió ignorar sus problemas, trayendo consigo, tardes y noches de películas o series, mañanas de caminatas y madrugadas con insomnio. Una rutina no muy saludable para su gusto.

"Y allí está: ¡Choi Seungcheol, el futuro de la empresa!"

"Es fuerte, alto, bien parecido, tiene una hermosa prometida, es rico..."

Mentiras y más mentiras.

¿Qué pensaría el mundo si lo vieran en ese estado?

Con los ojos diminutos por el cansancio, su pelo enmarañado y sus ropas arrugadas, nada de la imagen "perfecta" que quiso pretender ser. Su personalidad llena de dismorfia era un producto de muchas cosas ;sin embargo, no podría encontrarle un punto de inicio o tal vez, era el miedo y la decepción.

Apagando el televisor frente a él, toma su chaqueta más decente y sale a caminar.

La brisa fría junto al calor del sol aligeraban su ánimo. Con su teléfono en el bolsillo, lo saca y pretende tomar una foto al atardecer. Era hermoso, suave e impecable. Volvió a pensar en él. Sonrió con dolor. ¿Por qué no podía elegir de una vez por todas?  Sólo estaba haciendo daño a su paso, daño a las personas que le importan, daño a él mismo y daño a Jeonghan.

" Lo siento Seungcheol, decidí vivir por mí."

La nota de Taemin resonó en su mente.

 "Piensa en ti, Seungcheol. Elige por ti."

Sakura también lo dijo, pero ni siquiera entendía el significado ¿Vivir para sí mismo? ¿Qué era lo que implicaba? ¿Estuvo tomando siempre el camino incorrecto? ¿Acaso sus razones para elegir la boda nunca fueron buenas?

Seungcheol siempre fue rescatado por su hermano. Desde niños e incluso desde adultos, siempre fue respaldado por Taemin. Que cuando este desapareció, sintió que la mejor forma de agradecerle era siguiendo el legado que había dejado, ser el hijo perfecto y evitar que lo vuelvan a atrapar y cazar. Por primera vez en su vida creyó ser útil para él. Su padre lo buscó tanto como lo hizo él; sin embargo, cuando aceptó sus condiciones todo se calmó y creyó que sería lo mejor para todos. Para la empresa, para su madre, para su padre, para Taemin y para él...

Dio un pequeño brincó cuando sintió el agua helada en sus pies y rio.

Casi iba a tropezar de culo.

Era tonto y torpe, siempre lo había sido.

Sentándose más lejos de la orilla rio un poco más fuerte y se resguardo sobre sí mismo. A medida que daba una carcajada una lágrima bajaba por su rostro. ¿A quién trató de engañar todo este tiempo? Él era un temeroso con las gallinas, nunca fue el mejor en los deportes, su curso favorito fue biología y solía tropezarse más seguido de lo que la gente esperaba. Choi Seungcheol era tonto. Tan tonto, que le costaba en las mañanas decidir por un yogurt de vainilla o fresa. Él solía enojarse con facilidad, refunfuñaba demasiado y solía poner voz de idiota cuando bebía demasiado alcohol. Y a pesar de esforzarse tanto por ocultarlo, sólo una persona pudo verlo así.

Encendió el móvil en sus manos y miró el chat de Jeonghan, estaba intacto, ni él, ni Jeonghan habían dicho palabra desde antes del aeropuerto. 

Lo extrañaba más de lo sano posible.

Ansiaba volver a escuchar su voz, ansiaba volver a oler su suavizante y acomodar sus hebras rubias tras su oreja. Dios. Ansiaba volver a besarlo. Aún en sus más grandes pesadillas, darle un beso fue como si volviera a ser adolescente, de manera suave y tímida. Fue perfecto. 

Ni las miles de series o películas daban las instrucciones necesarias para saber cómo dar el siguiente paso.

¿No se supone que si amas a alguien vas tras él desesperado?

A veces, temía que no amaba a Jeonghan lo suficiente y empezaba a sentirse como una basura. El amor nunca fue algo que había experimentado en sus 30 años de existencia. Sin embargo, después de tres años de saber de la existencia de Yoon Jeonghan, creía que lo había encontrado, ya que, sólo el amor era capaz de hacerse replantear su vida completa y tomar las medidas más extremas.

En momentos así, ansiaba ser religioso y poder protegerse bajó el nombre de un ser inexistente ;sin embargo, en estos días apretó sus labios y pretendió orar esperando algún milagro o solución. Y como era de esperarse, Dios no llegó. Aún así, volvió a juntar sus manos y miró al horizonte. 

— Lo siento, Taemin. Yo también viviré por mí. — 

Con el corazón acelerado, toma sus llaves con fuerza y se mete directo al mar.

No importaba si tomaba o no la decisión correcta o no, lo único que valdría, sería que habría decidido por sí mismo, tendría consecuencias y quizás desgracias pero todo firmado bajo su nombre. Quizá nunca sabría si Taemin sigue siendo feliz y encontró la paz en la música que tanto amaba ;sin embargo, después de 10 años de su ida creía al fin haber pagado el karma de su cobardía.

Tal vez por su indecisión perdió a su hermano, a sus sueños y a su carrera.

Pero...

Temía más al nunca ver el rostro de Jeonghan que el perderlo todo.

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fuck romeo and julia.- /jeongcheol/jihan/seoksooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora