Prólogo

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Editado.

A veces el universo envía a los denominados "Ángeles". Básicamente son personas que nos ayudan a salir de ese mal momento del que nos encontramos, llegan a nuestra vida como amigos, y en la mayoría de los casos no pasa la línea de la amistad, pero en otras situaciones, los ángeles llegan más allá de la amistad, es decir, una relación amorosa, llegan a estar tan unidos con nosotros que poco a poco vamos forjando un lazo que nunca se romperá.

Muchos piensan que el amor verdadero es aquel que cumple todas tus expectativas, aquella persona que siempre soñaste físicamente, cuando en realidad el amor verdadero es aquel con quien conectas, con quien te sientes seguro, tranquilo. Todos soñamos con un amor "perfecto", ese amor que se esfuerza por permanecer a nuestro lado, en las buenas y en las malas. Todos alguna vez nos hemos imaginado a nuestra persona ideal. Alguien quien nos convierta en su prioridad. Alguien con quien poder confiar y que esa persona también confié en ti. Alguien que permanezca a nuestro lado en los momentos más duros.

Creamos listas, cualidades, expectativas. Nos incitamos a nosotros mismos a esperar a que llegue "El amor verdadero" y a no conformarnos con menos. A no enamorarnos de alguien que no se corresponda con lo que merecemos.

El problema de hacer esto es que, inconscientemente, estamos buscando algo que no existe.

Nos imaginamos que nuestra futura pareja será todo eso con lo que soñamos desde que somos pequeños. Creamos una imagen en nuestra mente de cómo será nuestra reacción, cómo nos sentiremos, cómo esa persona hará que todo sea más fácil y reguera todos los pedacitos de nuestro corazón roto, haciéndonos sentir completos. Es maravilloso imaginar un futuro amor. Imaginar cómo será físicamente y pensar que nos hará sentir completos. Ver cómo funciona la relación y comprobar cómo va creciendo pese a los obstáculos, o cómo se hace más fuerte tras cada bache. Es maravilloso aprender de todas las veces que nos han roto el corazón, obligarnos a no enamorarnos de alguien que no esté totalmente entregado a nosotros y no ser muy fáciles de seducir. Está bien recordarnos a nosotros mismos que la persona correcta será generosa, cariñosa y de buen corazón, todos buscamos diferentes cualidades, estas son las principales.

Pero no puedes esperar a que tu futuro amor sea perfecto o como un chico de novela.

No puedes forzarte a esperar hasta que la persona perfecta se cruce por tu camino. No puedes obligarte a ti mismo a no conformarte con menos que un hombre que mantenga esos valores a todas horas, o que llame a su madre todos los días, o que se quede despierto hasta tarde hablando sobre sus sueños. No puedes obligarte a estar soltero hasta encontrar a la persona que siempre sea auténtica y positiva, que sería una pareja ideal y que lo daría todo por ti. Porque, sí, esas cualidades son estupendas, pero ninguna persona es capaz de cumplirlas siempre. Ningún chico y ninguna chica serán capaces de priorizarte el 100% de las veces. Ninguna pareja querrá quedarse despierta todas las noches solo para divagar sobre la vida. Ninguna persona puede renunciar a lo que esté haciendo para ir a tu rescate siempre que lo necesites.

Simplemente no es realista.

El amor verdadero no consiste en esperar a la persona perfecta o encontrar a alguien que cumpla todos los requisitos de tu lista. El amor verdadero consiste en encontrar a una persona imperfecta y construir un amor imperfecto y bonito.

Todos queremos algo que sea mejor que las relaciones que tuvimos en el pasado. Todos queremos estar con una persona que no nos haga daño, que nos haga olvidar el pasado, que se entregue a nosotros y no recule. Todos queremos ese amor que nos muestran las películas: dos corazones entrelazados, para lo bueno y para lo malo. Todos queremos creer que existe la perfección y que acabaremos por encontrarla.

Corazones en Guerra©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora