Dieciocho

342 41 3
                                    

Durante el ensayo del día anterior había intentado mantenerme lo más concentrada posible. Aunque no fue nada fácil; las palabras de Myun y SeongHwa estaban dentro de mi cabeza peleando entre ellas, y cada vez que hacía contacto visual con el chico durante la coregrafía, volvía el mismo pensamiento. No puedo arruinar su carrera.

Dios, cuán egoísta sería eso.

Si no fuera por la existencia de San y nuestras posiciones cercanas durante el baile, no sabría qué hubiese sucedido. Luego del ensayo simplemente me despedí rápidamente de todos y escapé del lugar con la primera excusa que se me vino a la mente.

Pero no podía continuar así. Por supuesto que no podía continuar evadiendo a SeongHwa de por vida. ¡Por favor! Apenas había sido un día -tan solo unas horas, de hecho- y ya me sentía mal al respecto. Sabía que no se merecía eso.
Quizás lo mejor era decirle que no quería salir con él e intentar quedar como amigos.

Excelente idea, gran plan. ¿Qué podría impedirlo?
Solo el hecho de que sí quiero salir con él y no quiero mentirle.

Negué con mi cabeza y suspiré, reacomodando el bolso en mi hombro e ingresando al edificio de la agencia. Si bien los chicos de ATEEZ no compartían horario conmigo esta vez a causa de una sesión fotográfica, mi cuerpo seguía insistiéndome en que no perdiese las oportunidades y fuera a bailar y mejorar junto al resto de bailarines de apoyo.
Al fin y al cabo, en algún momento volvería a bailar con ellos y era preferible estar al tanto de sus técnicas y modos de ensayo.

Bueno, y hay que agregar también la agradable atmósfera que lograban crear en cada práctica. Definitivamente era un lugar al que no me molestaba asistir en absoluto.

Sin embargo, en cuanto ingresé a la sala de ensayo en la que acostumbrábamos a practicar, solamente encontré a Ryu en el lugar. El chico dirigió su mirada hacia mí en cuanto notó mi presencia y sonrió.

— ¿Ensayas con nosotros hoy, Summer?

— Así es — correspondí su sonrisa, notando como sujetaba su bolso y comenzaba a caminar hacia mí —, pero... ¿Dónde están todos?

— Oh — Ryu hizo una seña con la mano —, ATEEZ está en el estudio por una sesión de fotos, así que Myun nos dijo que utilizáramos su sala de ensayo. Después de todo es más amplia y necesitamos aprovechar cada oportunidad.

Claro, eso hacía mucho más sentido.

— ¿Vienes?

Entonces asentí y seguí al chico fuera del lugar. Conocía perfectamente el camino, sin embargo, me limité a caminar un poco más atrás que él, siguiendo su paso. En cuanto llegamos, el resto de los chicos nos saludó y aquella cálida atmósfera me rodeó una vez más.
Con una sonrisa en mi rostro di un rápido vistazo a mi alrededor, reconociendo enseguida los bolsos de los ocho chicos, apilados a los costados del lugar. De seguro habían alcanzado a ensayar un par de minutos antes de que tuvieran que dejar el lugar, o simplemente volverían luego a continuar con su práctica diaria.

De todas formas, no estaban allí en ese momento y debíamos aprovechar cada instante. Es por ello que, en tan solo segundos, Kyun se acercó al equipo de música y se dio inicio a nuestro ensayo.

Fueron casi tres horas, con pequeños descansos, hasta que el reloj del chico sonó e indicó que nuestro tiempo había terminado. Definitivamente había sido un buen ensayo, pero los minutos habían pasado y era momento de que cada uno siguiese su camino correspondiente. Algunos de los chicos formaban parte de los bailarines de apoyo de más de un grupo, por lo cual no había forma de permanecer ahí más tiempo.

Ryu se acercó a mí con una botella con agua y me la ofreció, agradeciendo luego por el trabajo de ese día, y dejando el lugar. Con una sonrisa lo observé irse, y luego enfoqué mi vista en mi reflejo.

Dazzling Light | Park SeonghwaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora